Los bancos que hace tres años vendieron la gestión de sus inmobiliarias a fondos como Apollo, Värde o TPG están viendo cómo recuperar el control para hacer su propio negocio
Santander también lleva meses negociando con Apollo, a quien ya arrebató una serie de activos del antiguo fondo inmobiliario Banif para traspasarlo a Metrovacesa, inmobiliaria que ha terminado fusionando sus inmuebles (no sus suelos) con Merlin. De hecho, esta operación es el ejemplo del tipo de proyecto por el que apuesta ahora el sector, y que ha hecho que empiecen a circular todo tipo de borradores con potenciales alianzas.