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Cerberus sube la apuesta por el mercado inmobiliario español. El fondo estadounidense se presenta como el candidato favorito para hacerse con las riendas de Altamira, la gestora del crédito promotor y de activos inmobiliarios adjudicados actualmente en manos de Apollo y Santander. Además, Cerberus se disputa la compra de Solvia con el fondo Lindorff (ahora Intrum) y otros inversores.
Tal como adelantó EXPANSIÓN el pasado 8 de octubre, Apollo renovó el contrato con el banco de inversión Goldman Sachs a comienzos de verano y repartió el teaser (documento de venta con una descripción general) entre los potenciales interesados para deshacerse de este activo por un importe de entre 500 millones y 600 millones de euros. Aunque no está sólo en el proceso, Cerberus es el candidato que tiene más posibilidades de hacerse con esta compañía.
Pero Cerberus no se va a conformar con este activo. Fuentes financieras aseguran que el fondo estadounidense puja además por Solvia, en un proceso en el que también compite Lindorff. El consejero delegado de Sabadell, Jaume Guardiola, recordó, durante la presentación de los resultados el pasado 26 de octubre, el ?buen apetito? del mercado por Solvia, ?cuya venta se cerrará ?pronto?. Confirmaba así la puesta a la venta de Solvia Servicios Inmobiliarios (SSI) y Solvia Desarrollos Inmobiliarios (SDI). Por la SSI, para la que cuenta con el asesoramiento de Alantra, pretende ingresar hasta 400 millones.
Concentración
Si Cerberus sale vencedor de ambos procesos pasará a liderar el sector de los servicers y a convertirse en propulsor del proceso de concentración entre servicers. Estas sociedades, nacidas de las antiguas filiales inmobiliarias de la banca, se han convertido en uno de los protagonistas del nuevo ciclo inmobiliario. Actualmente, casi la totalidad de los activos bajo gestión de los bancos están en manos de unas pocas compañías como son Altamira, Servihabitat, Haya Real Estate, Aliseda, Anticipa, Solvia y Divarian (antes Anida). Estas firmas se encargan, fundamentalmente, de la gestión y recuperación de deuda y transformación de las obligaciones de los préstamos en activos inmobiliarios adjudicados, así como de la venta y arrendamiento de los activos.
Si finalmente Cerberus se hace con el control de Altamira y Solvia, controlaría cerca del 65% del mercado de servicers, lo que le permitiría marcar una diferenciación en su estrategia. Actualmente, el fondo estadounidense controla Haya Real Estate, uno de los grandes servicers con 40.000 millones de euros en activos bajo gestión y, además, se hizo con las riendas de Anida, que estaba en manos de BBVA y gestiona 13.000 millones.
Si suma a su portfolio Altamira y Solvia, la cifra de activos bajo gestión se dispararía hasta los 138.895 millones, con una cuota de mercado de servicers del 65%. Según los números que maneja la consultora Axis, los otros dos fondos dominantes son Blackstone, con Anticipa y Aliseda (también de Santander), y LoneStar, que controla Servihabitat tras comprar a la Caixa esta sociedad en verano.
Otros activos
Además de los servicers, Cerberus es el propietario de la promotora Inmoglaciar; de la agencia inmobiliaria online entre particulares Housell; y de Gescobro, empresa de recobro de deudas.
Cerberus plantaría cara a Blackstone en su lucha por dominar el mercado inmobiliario español. Cerberus ha invertido más de 10.000 millones de euros en transacciones inmobiliarias en el país en el último año. Su última gran operación ha sido la compra del 80% del negocio inmobiliario de BBVA. En adelante, Cerberus controlará el 80% de Divarian Propiedad, sociedad a la que BBVA ha traspasado su negocio inmobiliario y en la que el banco mantendrá el 20% restante. Los grupos no han revelado ni el precio de la transacción ni el valor de los activos incluidos en Divarian, aunque la entidad bancaria señaló en su momento que su intención era traspasar activos con un valor bruto contable de aproximadamente 13.000 millones de euros a un precio estimado de unos 4.000 millones.
Además de esta operación, conocida como proyecto Marina, Cerberus alcanzó a mediados de septiembre un acuerdo con Santander para la compra de una cartera de inmuebles residenciales por un importe de unos 1.535 millones de euros integrada por 35.700 inmuebles, incluidos garajes y trasteros. A esta transacción se suma el proyecto Jaipur ?cartera de préstamos del segmento promotor adquirida también a BBVA?; las carteras Challenger y Coliseum, con un valor bruto conjunto de unos 9.100 millones de euros, adquiridas a Sabadell: o Ágora, la cartera que Cerberus compró a CaixaBank.
El fondo, que no precisa cuánto ha invertido desde que desembarcó en el país, se ha convertido, junto con Blackstone, en uno de los actores más activos en la compra de carteras de créditos dudosos (NPL, por sus siglas en inglés) y de activos adjudicados (REO) con colaterales inmobiliarios. Ha cerrado más de 30 transacciones en España en el último lustro, antes, incluso, de la recuperación del sector.
Salida a Bolsa
Fuentes financieras señalan que, tras hacerse con uno o con los dos activos, Cerberus centrará sus esfuerzos en reactivar la salida a Bolsa de lo que sería una nueva Haya Real State, con un tamaño mucho mayor, y exportar la experiencia española de los servicers a otros mercados, como el italiano.
El consejero delegado de Haya Real Estate, Carlos Abad, señaló en junio que, si bien la hoja de ruta de la firma incluía la salida a Bolsa, este proceso estaba condicionado a la evolución del mercado y a la resolución de los contratos con BBVA y Sareb.
Tras el reciente acuerdo alcanzado con BBVA, uno de los escollos a resolver es si finalmente Sareb decide renovar el contrato de gestión con Haya Real Estate, que vence a finales del próximo año.