Te invitamos a conocer a nuestro compañero de Recuperaciones en Servicios Centrales Pedro Arribas, 57 años de edad, mantiene desde muy joven su afición a la montaña, que combina con otras actividades como esquí, barranquismo, ferratas, etc., que sin duda le han ayudado, a lo largo de su vida personal y laboral, hoy en Altamira.
Forma parte del CLUB ALPINO DE MONTAÑA PIEDRAFITA DE POZUELO.
ENTREVISTA A PEDRO
Pedro, te agradecemos que compartas tu interesante experiencia en la montaña con todos tus compañeros de Altamira.
Sabemos que tu afición a la montaña es compartida por amigos y familia. ¿Que podrías destacar de ella?
Mi afición a la montaña comenzó con 10 años de la mano de mi tía Carmen, una de las primeras montañeras y escaladoras españolas, que con 88 años mantiene todavía viva su afición. Una mujer pionera que se hizo hueco en un mundo de hombres en aquellos difíciles años.
Desde entonces siempre he encontrado una oportunidad para echarme el macuto a la espalda; solo, con amigos, con mis hijos o con mi mujer, compañera de cuerda también enamorada de la montaña.
¿Destacar de esta afición??? la pasión por la vida.
El deporte de montaña es duro y requiere de un gran esfuerzo. ¿Que satisfacciones consideras que conlleva?
Todo gran esfuerzo siempre es recompensado. En la montaña esa recompensa no es material, puede ser simplemente la vista desde la cumbre o el propio hecho de compartir la jornada con amigos.
La montaña nos permite conocer sitios maravillosos y desconectar de las rutinas diarias, nos hace sentir en conexión con la naturaleza y, en definitiva, sentirnos bien con nosotros mismos. ¿Qué más se puede pedir?
Compaginas con el montañismo otras actividades (esquí, barranquismo, ferratas, etc.). ¿Que destacarías de estas actividades para animar a su práctica?
Una mínima condición física es imprescindible, además ganas de aventura y de conocer gente.
También es muy importante encontrar un club de montaña que nos permita aprender para realizarlas con un mínimo de seguridad.
¿Qué ascensiones o rutas que has realizado destacarías por su entorno?
La última ascensión al Toubkal (Marruecos), con el club de montaña ha sido enriquecedora, no solo por ser un cuatro mil sino también por el descubrimiento de otras culturas y formas de vivir diferentes a la nuestra.
Cada ascensión es distinta, porque cada montaña lo es. Las ascensiones de este verano pasado en Dolomitas me sorprendieron por su diferencia con otras.
¿Existe de verdad ese compañerismo que siempre se destaca en el mundo del montañismo?
En la montaña y en el medio natural la gente es más cercana, siempre que te cruzas con alguien saludas e incluso compartes con desconocidos cuando llegas a la cumbre ese trozo de queso o el último trago de agua. En la ciudad esto parece impensable.
En el mundo de la montaña se forja carácter, tesón y constancia debido a su esfuerzo. ¿Como crees que ha influido esta afición en tu dilatada y prolífica carrera profesional hasta la actualidad en tu trabajo en Altamira?
El esfuerzo y la dificultad provocada por la ruta o las inclemencias del tiempo nos obligan a tomar decisiones importantes, a superar estas dificultades paso a paso para llegar a la consecución de nuestra meta.
Este aprendizaje siempre es aplicable en todos los ámbitos de la vida, el laboral esta entre ellos.
Muchas gracias Pedro por tus interesantes comentarios y por traer al Rincón del Empleado tu experiencia y desearte mucha suerte en tus próximas aventuras.
Monte Toubkal 4.167 m. (Marruecos) Los Dolomitas (Italia)
Vista del Monte Toubkal Vista de Los Dolomitas
La cima del Toubkal Agujas en Los Dolomitas
Descenso del Monte Toubkal. Vía ferrata
La vida en el filo
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