Este mediodía se ha realizado una concentración frente a la sede del
Banco de Valencia en Zaragoza para protestar por los despidos y cierre
de oficinas que esta entidad quiere realizar en todo Aragón. El plan de
restructuración propuesto por el Banco de Valencia recoge el cierre de 9
de las 11 oficinas que la entidad tiene en la comunidad autónoma, lo
que supondría el despido de las dos terceras partes de la plantilla.
Para Comfía-CCOO Aragón, lo que pretende el Banco de Valencia es que los trabajadores paguen la incapacidad de los gestores, supervisores y gobernantes; ya que el Gobierno, Banco de España y el FROB utilizan el burladero de Bruselas para exigir que el sector de la banca española aplique, "a cuchillo", la reforma laboral, sobre todo en las entidades nacionalizadas o que hayan recibido ayudas públicas. La medida implicaría despidos con indemnizaciones de 20 días por año.
Comfia-CCOO Aragón seguirá exigiendo la salida no traumática de las plantillas y soluciones que no agraven más el drama del desempleo, y también seguirá proponiendo, como hasta ahora, un plan integral que incluya políticas activas de empleo, complementarias a las derivadas de la reestructuración del sector.
El sindicato considera que la aplicación unilateral de esta medida y la marginación de la negociación colectiva, provocará conflictos laborales en un momento crítico para el sector y que se llevarían definitivamente por delante la reputación de las entidades financieras ya bastante maltrechas en estos momentos.
Para Comfía-CCOO Aragón, lo que pretende el Banco de Valencia es que los trabajadores paguen la incapacidad de los gestores, supervisores y gobernantes; ya que el Gobierno, Banco de España y el FROB utilizan el burladero de Bruselas para exigir que el sector de la banca española aplique, "a cuchillo", la reforma laboral, sobre todo en las entidades nacionalizadas o que hayan recibido ayudas públicas. La medida implicaría despidos con indemnizaciones de 20 días por año.
Comfia-CCOO Aragón seguirá exigiendo la salida no traumática de las plantillas y soluciones que no agraven más el drama del desempleo, y también seguirá proponiendo, como hasta ahora, un plan integral que incluya políticas activas de empleo, complementarias a las derivadas de la reestructuración del sector.
El sindicato considera que la aplicación unilateral de esta medida y la marginación de la negociación colectiva, provocará conflictos laborales en un momento crítico para el sector y que se llevarían definitivamente por delante la reputación de las entidades financieras ya bastante maltrechas en estos momentos.