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La felicitación electrónica del Grupo Banco Popular en 2013, a través del Canal Popular, ha consistido en un árbol navideño del que colgaban fotografías de hijos de los empleados y empleadas. A raíz de este hecho, hemos recibido en la sección sindical un escrito enviado por un compañero que, dado su interés, reproducimos a continuación:
"Cuando contemplo la felicitación navideña, pienso que en ese árbol ya no están las sonrisas de los hijos de Joaquín, de Francisca, de Silvia, de y de otros muchos compañeros que dejaron de pertenecer a la plantilla por "falta de implicación". Por haber intentado disfrutar junto a ellos de una tarde de paseo por el parque, de una tarde en el cine, de una tarde de compras para regalar algo a mamá o a papá, etc.
No están tampoco los hijos de los compañeros que han sido trasladados a otras empresas. A pesar del esfuerzo que ha hecho el Banco por respetar su puesto y sus condiciones de trabajo, que reconozco, ya no están en ese árbol.
También faltan los hijos de aquellos compañeros que no han soportado la presión, los malos modos, los desplantes, las amenazas a las que fueron sometidos regularmente y finalmente han optado por abandonar la Entidad.
Durante las Navidades somos proclives a dulcificar la realidad. Pero no querer verla, como hace el avestruz, no implica que deje de existir. Y nuestra realidad es contumaz e implacable.
Si pudiéramos mirar detrás de cada una de esas fotos, veríamos las caras fatigadas de los padres tras "prolongadas" jornadas de trabajo, veríamos su aspecto turbado ante las amonestaciones recibidas por no haber "cumplido" los objetivos, veríamos su gesto de preocupación ante la dificultad de atender adecuadamente las campañas simultáneas promovidas por el Banco, veríamos su expresión de desánimo provocada por las formas destempladas, humillantes en ocasiones, con que son tratados En fin, veríamos la realidad del día a día que vivimos en las oficinas y ante la que nuestra empresa trata de dar una imagen de normalidad.
Es tiempo de reflexión. Todos debemos trabajar para que las sonrisas sean verdaderas (en el anverso y en el reverso de las fotos). Todos debemos procurar que los ambientes de trabajo sean los adecuados. Que las presiones sean las justas. Que los objetivos sean alcanzables. Y, por supuesto, que las formas sean las correctas y propias de personas bien educadas.
Debemos recordar que, con independencia del cumplimiento de los objetivos, merecemos ser tratados como compañeros y sobre todo como personas." |
Desde CC.OO. coincidimos en que un buen clima laboral es indispensable para trabajar en equipo, especialmente en situaciones prolongadas de dificultad como la actual.
16 de enero de 2014