Llegan las vacaciones en los coles y pronto, que no se despiste nadie, la jornada intensiva de verano. Este es el último comunicado (salvo urgencia o necesidad imperiosa) de una temporada complicada para todos y todas, que en lo sindical nos ha supuesto una carga de trabajo extra. Y para muestra las 8 inspecciones de trabajo que Atmira nos ha empujado a presentar tras agotar todos los plazos y todas las opciones razonables:
- 3 inspecciones por el plan de retorno y el protocolo de contingencia COVID. Gracias a ellas nos hemos podido mantener en teletrabajo más tiempo del que a alguno en la Dirección le hubiera gustado; y gracias a ellas podemos tener un entorno razonablemente seguro en las oficinas (mientras no se superen los aforos).
- Una por la oposición de Atmira a proveer sillas ergonómicas tras la aprobación de la ley del teletrabajo y su “Disposición Transitoria Tercera”… y ahora quien solicite silla (y otros materiales para teletrabajar) no debería tener ningún problema.
- Otras dos por los despidos injustificados que se han producido en este año (35 despidos en Madrid en tiempos COVID… a saber en el resto de centros). Habrá que ver el recorrido que tienen, porque están ahora mismo bajo lupa de la Inspección, pero ya han hecho ralentizar los planes de algunos por ahí arriba.
- Otra por obligar a gastar vacaciones, claramente ilegal, y que ha servido para que se normalice un procedimiento de petición de vacaciones que hasta entonces era lamentable con retrasos “sine díe” de algunos responsables para concederlas o denegarlas o forzando a gastarlas cuando uno no quiere. No es obligatorio gastar vacaciones en verano… recuerda.
- Y otra más por manipulación de un documento firmado por el comité y que nos dejó perplejos, motivando una amenaza formal de sanción por parte de Atmira al presidente del comité.
Y creemos que alguna más podría caer porque, muy a nuestro pesar, estamos en una empresa prepotente que no escucha, no acepta y no está dispuesta a dialogar y casi nos atreveríamos a decir, no está dispuesta a seguir todas las normas. No en vano venimos de un déficit regulatorio en la compañía y que, pasito a pasito, vamos consiguiendo corregir (horas extras, permisos, subidas de convenio, etc…). Porque si la Dirección y RRHH son los mismos, ¿qué ha pasado para que vayan acatando las normas? Sencillamente que hay un comité que se lo exige.
Si hay un síntoma claro de este tipo de empresas es, justamente, este… las inspecciones que se interponen y que dan la razón a los trabajadores y trabajadoras. Y esas inspecciones no tendrían lugar si quisieran cumplir, dialogar con voluntad de acuerdo y no actuar con la vara de mando y el atropello continuado.
Sin embargo, el viernes por la tarde, fruto del diálogo que venimos exigiendo, alcanzamos un principio de acuerdo para la compensación del teletrabajo para el tercer trimestre del año (32€ en julio y septiembre, sin perder saldos no consumidos en junio). No ha sido fácil, pero es el camino… y queremos poner en valor la negociación colectiva para alcanzar acuerdos que favorezcan y mejoren la organización y nuestros puestos de trabajo. Y de la misma manera que contamos aquello que no nos gusta de Atmira, es de justicia que agradezcamos a la empresa el esfuerzo y este paso en favor del diálogo y del entendimiento… esperando que se repita en todos los asuntos importantes que hay sobre la mesa y en todos los que vengan.
Esto y mucho más ha pasado en este tiempo… algunas de ellas nada agradables. Compañeros y compañeras que han perdido algún ser querido o que ha estado grave, que lo han pasado fatal en la UCI, que han tenido que tomar ansiolíticos por la situación vivida y por la falta de empatía de una empresa que solo se ha acordado de nosotros para amortizar el alquiler de los centros de trabajo sin comprender el riesgo REAL al que nos enfrentamos o el temor y ansiedad que nos genera. O para pedir sobreesfuerzos. O para reunirse contigo con falsas expectativas para despedirte, porque así de paso, llevabas el portátil contigo y no tendrían que enviar un mensajero a recogerlo a tu casa. Nuestro recuerdo, nuestro ánimo y nuestras fuerzas son para todos vosotros y vosotras, porque sois el corazón de Atmira. Ese corazón que, pase lo que pase, hace que todo funcione, a pesar de que la dirección está en otro sitio… y tiene otros intereses, pero que esperamos que modulen para atender y avanzar en la dirección que marca la sociedad, cada vez más exigente con las empresas.
Hoy podríamos hablaros de desconexión digital; de los días de ajuste para gastar por delante de las vacaciones; de que si te pasa algo estando de vacaciones y te dan la baja, las vacaciones se interrumpen; de la jornada intensiva que si no haces tendrán que compensarte; de las primas de objetivo… que ya ni se molestan en explicar; del teletrabajo con derechos que estamos negociando (y en el que esperamos la misma voluntad de acuerdo que con la compensación de gastos para el próximo trimestre); o pedirte tu afiliación a CCOO, cosa que no hacemos desde hace mucho tiempo.
En fin… quedémonos con lo positivo y luchemos por nuestros derechos. Si no protestamos, nos los quitan. En esta lucha estaremos desde la sección sindical de CCOO.
Con un poco de suerte, tras el verano, y con la vuelta de los nuevos comunicados en los que ya estamos trabajando, nos habrán vacunado a casi toda la plantilla (edad media: 39 añitos) y podremos estar hablando de otros escenarios, con un teletrabajo bien atado y con una vuelta a la nueva normalidad que, para entonces, estará por estrenar.
Cuidaos mucho estos meses… y si tienes cualquier problema en este entretiempo, en la sección sindical de CCOO hemos establecido grupos de guardia para seguir atendiendo todos los canales de comunicación y cualquier consulta, inquietud o problema laboral que surja… y como siempre, sugerencias, peticiones, quejas y todo lo que queráis.
Finalizamos temporada de comunicados, pero no nuestro trabajo de velar por las normas y mejorarlas. Aquí seguimos, pese a quien pese.
Os dejamos con un poema sobre las primas… ¡FELIZ VERANO!
Las fiestas del pueblo
Cómo echo de menos las fiestas del pueblo.
La verbena, los amigos,
el vino, ambiente bueno.
Antes bailaba con mi prima.
Ahora triste y solo
veo que alguien se le arrima.
A mi prima la quiero, la quiero un montón
pero irremediable vuela, de la mano de un señor.
Ese señor se ríe de mí, altivo
y aunque la necesite
hoy no es mi objetivo.
Maldito año 2020,
que me quitaste a mi prima
que me quitaste a mi gente
¡Llora, grita, protesta!
Con sorna tu destino
te enseña la puerta.
El virus nos hará mejores, decían…
¡qué ilusos!
No hay prima.
