Innovar, liderar equipos, empatizar, ser asertivo/a, negociar, incentivar, gestionar el tiempo, realizar refuerzo positivo, trabajar en equipo...
Estas son algunas de las habilidades que un buen Directivo debe tener o adquirir para alcanzar la calidad exigible en el ejercicio de dirigir personas y conformar equipos de trabajo motivados. En los programas de formación para Directivos, el banco incluye y refuerza estos aspectos. Sin embargo, observamos en algunos escritos de Directores Regionales a las oficinas de su ámbito que esta formación no está siendo aprovechada con la efectividad esperada. Veamos un mal ejemplo:
....Está claro que no se justifica de ninguna manera que ante un hecho tan urgente e importante como el que nos ocupaba, haya sucursales que hayan quedado a cero. Lo siento, pero dice muy poco del interés que se ha puesto en la consecución de este objetivo, y espero que nos sirva de ejemplo para próximas colocaciones, que las habrá, y que seamos capaces de reaccionar a la inmediatez y no dejemos pasar el tiempo, porque cuando llegan los resultados ya es tarde. Esto se puede hacer extensible a todas aquellas oficinas que aunque hayan borrado el cero, su contratación ha quedado demasiado lejos del objetivo y de las expectativas puestas en ellas ../.. No debemos dormirnos en los laureles y acudir a las excusas cuando las cosas no se cumplen, así que vayamos a trabajar y cumplir los objetivos que es nuestra obligación, y dejar las excusas para otros menesteres.
De mensajes como éste, que por desgracia no son una excepción, se desprende el mal aprovechamiento de la formación recibida. Se intimida, se desmotiva, no se ponen en el lugar de los profesionales de las oficinas que esos días han estado durante toda la jornada laboral priorizando la difícil venta de estos productos independientemente del resultado de esta gestión. A veces en situaciones verdaderamente angustiosas y dramáticas como la deplorable carencia de personal en las oficinas, sobre todo en periodos vacacionales.
No se reconoce el esfuerzo en la gestión realizada por toda la plantilla para cumplir los objetivos y vender bien los productos. Y hablamos de venta porque parece ser que desde algunos despachos se olvida que hay una normativa que cumplir (MIFID), responsabilidad de las personas que estamos en contacto diario con los clientes y que si no la cumplimos nos jugamos algo más que estar en un ranking de sucursales o conseguir el Bonus.
Ponerse en el lugar de los otros, ofrecer su experiencia, su ayuda, sus conocimientos para la consecución de los objetivos son actitudes que esperamos y deseamos de quien nos dirige y que como personas exigimos.
Desde COMFIA-CC.OO. lamentamos este modelo de mensaje y exigimos, una vez más, un trato respetuoso para las personas que deben enfrentarse en primera línea a todas las dificultades actuales, además del apoyo necesario que corresponde.
Septiembre de 2011