Nuestra calculadora de sobrantes manejaba unos parámetros diferentes
a los del Banco: jubilables a corto plazo, ITs y la propia realidad de las oficinas; lo que hizo imposible el diálogo.
La última Reforma Laboral neoliberal hizo resentir tanto el texto como el espíritu de la ley, inclinando la balanza de la injusticia a favor de las empresas y en contra de los trabajadores y trabajadoras, y BBVA no fue una excepción, abriendo las puertas de par en par a lascomisiones de servicio forzadas, que hasta ahora habían sido siempre consensuadas con el afectado/a, y ahora son causa de problemas laborales y personales.
Tal deterioro llevó a utilizar comisiones de servicio al fin del mundo, como arma arrojadiza contra los más jóvenes cajeros (más bien cajeras) de Valladolid que, además, coincidía con personas con grandes responsabilidades familiares y con mayores dificultades de conciliación de su vida laboral y familiar. Pero al banco, eso, como que se la traía al pairo.
Desde CCOO denunciamos esta situación desde el primer momento y tras algún tiempo, y merced a nuestra postura contundente, y al derrumbamiento lógico de lo absurdo, todo vuelve a su sitio, y la frustración y la incoherencia se acaban retirando a lugares de donde nunca debieron de haber salido, sobre todo en una empresa ?moderna? como BBVA.
¿Habrá servido esta lección práctica para que nunca se vuelva a caer en el mismo error?.
Alguien tendría que aprender algo y reprogramar su calculadora de excedentarios o excedentarias de forma diferente (o limpiarla de virus).
Seguimos trabajando, seguiremos informando.
Noviembre 2014