En
las últimas semanas, coincidiendo casualmente con la mesa de negociación de
Ceiss, en la que nos quieren aplicar el art. 41. del E.T., salieron en la prensa
noticias que amenazan con abortar la operación de fusión de
Unicaja/Ceiss.
Todo esto no deja de sorprender ya que el contrato de
fusión fue firmado y ratificado por los Consejos de Administración de ambas
Cajas en el pasado mes de marzo.
En CC.OO. no queremos pensar que, con el
objetivo de presionar a la plantilla de Ceiss a tragar con la burda intentona
de aplicar el art. 41 del E.T. y quebrantar su nivel de vida para
siempre,
no importe provocar otro deterioro más a la Entidad resultante de la
fusión.
Ayer tocaba otro escenario y, por lo tanto, otro discurso. Con el
Gobierno (Presidente) de Castilla y León son todo parabienes: el proceso que
siguen ambas entidades está perfectamente encarrilado, espíritu de
colaboración pleno de ambos equipos, etc. Vamos, una novela rosa.
Si algo
ha conseguido el sector financiero español en los últimos meses/años es
dilapidar su mayor activo: la credibilidad y las cajas de ahorro que eran un
bien que debería haberse conservado como un tesoro. No se puede decir una cosa y
contraria sin despeinarse y quedarse tan tranquilo. Perfectamente encarrilado
estaba en septiembre del 2011, después de que el Banco de España exigiese una
determinación por parte de Unicaja de una vez por todas. Encarrilado estaba
cuando se establecía que ambos bancos se fusionarían efectivamente a primeros de
año del 2011. Encarrilado estaba cuando en diciembre de 2012 se inició la mesa
laboral de fusión. Ahora se nos anuncia para el próximo otoño ¿quién lo cree? y
casi más grave, ¿a quién le importa ya?
Ahora después de la borrachera de
excesos de todo tipo en las inversiones, hay que salir de esta coyuntura y los
gestores han dado con la fórmula: recortar gastos, empezando por los del
personal (por los de a pié, pues por arriba se escapa el
control).
Los
gastos de personal, ni han provocado el problema, ni son el problema actual, ni
son la solución.
Los
trabajadores somos lo más interesados en la superación de este momento, por lo
que, a pesar de todo lo anterior, seguimos estando abiertos al diálogo y la
negociación, pero no a la imposición y al trágala.
Sección Sindical
CC.OO.