Los “GRANDES” se comportan como “GRANDES”


El pasado 21 de mayo, CaixaBank y Banca Cívica han llegado a un acuerdo de fusión y a otro acuerdo con los representantes de los trabajadores de ambas Entidades para establecer las condiciones laborales de la plantilla resultante de la misma... Leer más

El pasado 21 de mayo, CaixaBank y Banca Cívica han llegado a un acuerdo de fusión y a otro acuerdo con los representantes de los trabajadores de ambas Entidades para establecer las condiciones laborales de la plantilla resultante de la misma.

Teniendo éstas Entidades ratios parecidos o similares, ahí parece que acaban las similitudes, por desgracia, con nuestro proceso de fusión.

En el caso de CaixaBank-Banca Cívica se ha llegado a unos acuerdos aplicando el artículo 44 del E.T. por los que se MANTIENEN los salarios y beneficios sociales de ambas plantillas y se establece un calendario para la equiparación AL ALZA de los trabajadores con menores condiciones salariales.

Como todos conocemos la negociación está planteada por Unicaja en las antípodas de todo esto.

Aplicación del art. 41 del E.T.

Anulación indefinida de los beneficios sociales de una parte de la plantilla con el objetivo de que no sea posible su reclamación, jamás,  por la otra parte.

Recorte salarial al conjunto de los trabajadores.

Si todo esto lo aliñamos con informaciones como las significativas subidas de nivel que se produjeron a finales del año pasado para un grupo de privilegiados, o como la inexplicada subida del importe de gastos de personal en Ceiss, (que la mayoría de nosotros no hemos tenido la suerte de disfrutar) con un incremento de diciembre de 2010 a diciembre de 2011 de 48 millones de euros (más que el recorte que nos quieren imponer) y que la diferencia de esta partida de gastos se haya incrementado con respecto a Unicaja desde septiembre de 2011 a diciembre de 2012 en 24 millones de euros, no es de extrañar que se encuentren con la oposición del conjunto de la plantilla ante la rapiña de los dirigentes de nuestras Entidades. Y todo esto sin mencionar los blindajes de directivos de los que, en su momento, nos ocuparemos.

No se es “grande” mostrándose arrogante en las ruedas de prensa. Ni se es grande acogotando a los débiles. Ni usando palabras grandilocuentes en las Asambleas. Hay que ser algo más. 

Hay que instalarse en la búsqueda de acuerdos que beneficien a todas las partes, no sólo a una. Hay que practicar el dialogo y no el “ordeno y mando”. En suma hay que salir del siglo XIX y de sus prácticas caciquiles e instalarse en el XXI y abrirse al mundo actual.