Iniciamos un
nuevo año en estado de 'shock' por los últimos tiempos vividos, y con la
incertidumbre de los que están por venir. Se nos
pide el máximo y más, sin dar demasiadas explicaciones... sin un objetivo claro,
improvisando...
Mal vamos, si
seguimos así.
Seguimos
detectando un problema grave de comunicación y de gestión, sobre todo en algunas
Zonas donde siguen obsesionados con las excel y los reportes, sobrecargando de
burocracia inútil a las oficinas, presionando sin motivar, presionando sin
aportar.... En definitiva, dificultando la labor de
las oficinas en lugar de cooperar y colaborar en su labor
comercial y administrativa.
Mal
vamos...
Todo tiene un
límite; en CCOO denunciaremos los incumplimientos de
la normativa laboral en vigor, sobre todo en relación con la salud de los trabajadores, las presiones
desmedidas, las ampliaciones de horario ilegales, y otros
desmanes protagonizados por responsables cuyas aptitudes son
escasas y cuya actitud es injustificable y perjudicial para la empresa y los
trabajadores...
Y ya que
hablamos de los máximos, ¿por qué no hablamos también de los
mínimos?. Y con ellos nos referimos, claro está, a los
tipos mínimos de los préstamos de
empleados que continúan manteniéndose, tal cual, mientras se
eliminan a muchos clientes de la entidad, como todos sabéis.
Y mientras
tanto, vemos como a compañeros y compañeras se les ofrecen préstamos libres con
diferenciales de 5 puntos... gracias 'compañeros',
gracias...
Hay que
decirlo claramente: las "cláusulas suelo" en los préstamos de empleados son un
anacronismo injustificable y de dudosa legitimidad en el día de hoy. No son
materia a negociar; son cláusulas a extinguir.
Desde CCOO
estamos convencidos de que, de una manera u otra, los tipos mínimos
desaparecerán de los préstamos de empleados; para ello contamos con el
compromiso de la Federación nacional de CCOO y de otras muchas Secciones
Sindicales de CCOO en el sector que comparten nuestra
demanda.
Pedimos a la empresa que dé un paso al frente y se adelante a
todas estas circunstancias eliminando desde ya la los tipos mínimos de los
préstamos de empleados, tanto de la cartera viva como de los
nuevos préstamos, como prueba de buena voluntad y de compromiso con la
plantilla.
Estamos seguros de
que una iniciativa en este sentido resultaría mucho más motivante que permitir
que los 'arreadores' y 'arreadoras' continúen con su labor
destructiva.
No se
nos puede pedir el 'máximo' ofreciéndonos lo
'mínimo'...