Aunque la actuación de la empresa hasta ahora es para levantarse de la mesa, los sindicatos hemos presentado propuesta conjunta que inmediatamente ha sido rechazada, sin realizar contraoferta.
Hemos solicitado la personación de Unicaja Banco, de quien mueve los hilos, de quien mece la cuna, de quien ordena y manda, de la empresa dominante, de quien conoce las claves de futuro, de quien realmente decide.
Hemos trasladado que la posibilidad de un acuerdo pasa porque Unicaja Banco se olvide de 2013, actúe y ajuste sus pretensiones a los acuerdos firmados recientemente en el sector, con voluntariedad, sin despidos forzosos.
El tiempo transcurre, se va agotando el plazo legal, no como en otras negociaciones que han llegado a acuerdos en los primeros días de negociación.
¿Dónde está Unicaja Banco? Es lo que nos preguntamos y venimos reclamando desde el primer día. Parece ser que ni está ni se le espera.
Es de una bajeza tremenda y una absoluta inmoralidad intentar aprovecharse de la aparente, que no real, debilidad y temores de una plantilla que ha sufrido en apenas cinco años dos expedientes de despido colectivo y dos reducciones sustanciales de sus condiciones laborales y sociales, la primera de ellas impuesta por Unicaja para completar una fusión de cajas de la que se apartó y no concluyó. También intentar aprovechar la situación de dominio para imponer un nuevo despido colectivo, y en las condiciones propuestas. Si no se cumplen las previsiones del ?nuevo? informe técnico, ¿tendremos un cuarto expediente de despido colectivo? Para eso, mejor no hubiera comprado nunca Banco CEISS.
Si la actitud empresarial ?desleal, opaca, intransigente, insensible, etc.- se vuelve a repetir, abandonaremos la mesa de negociación y nos veremos obligados a iniciar otros caminos, porque nuestra negociación de buena fe está siendo despreciada.