La Junta de Castilla y León ha dejado sin efecto la sanción global de 134.601 euros a la UTE formada por Serunión S.A. y Grupo Lince Asprona S.L.U como consecuencia de los expedientes incoados a través de las consejerías de Sanidad y de Educación, con motivo de los incidentes alimentarios registrados en seis comedores escolares de las provincias Segovia y León, tras el recurso presentado por la empresa concesionaria.
Desde las Federaciones Regionales de Enseñanza y Servicios de CCOO, siempre se sospechó que esta sanción, y también el cese del suministro de menús escolares en diecinueve centros de la provincia de Segovia a esa misma UTE, además de claramente insuficientes, eran fruto de la urgencia electoral, dada la alarma social creada y el miedo del Partido Popular a perder la mayoría absoluta. Ahora, y sólo un mes después de las elecciones autonómicas, la Junta anula las sanciones, sin explicar claramente las razones de esta decisión, lo que confirmaría nuestras sospechas.
Las prioridades de CCOO en este asunto ha sido siempre la de garantizar el empleo de las actuales plantillas y asegurar la calidad del servicio. Calidad que debe certificar la Junta de Castilla y León como entidad responsable del mismo, con los controles de calidad necesarios. Ha sido la propia Administración regional la que hizo dejación de sus responsabilidades, primero traspasando la gestión de los comedores a empresas que buscan aumentar beneficios y después no poniendo en marcha un sistema de controles que impidiera los citados problemas de calidad
Pérdida de calidad que ni siquiera está relacionada con los recortes de gasto público, porque a pesar de haber disminuido el número de becas, aumentado el precio que pagan los usuarios (Castilla y León es la cuarta comunidad con los comedores más caros, según un estudio de CEAPA) y, a pesar de que ha bajado el número de usuarios, el presupuesto de la Junta para comedores ha crecido en torno al millón de euros.
CCOO considera que es la Administración Autonómica debería garantizar la calidad en el servicio de los comedores escolares, manteniendo la cocina en el propio centro, lo que facilitaría una alimentación sana y equilibrada, que reactivase la economía local, al abastecer los comedores con productos procedentes de un entorno cercano.
CCOO defenderá igualmente el empleo de las actuales plantillas, cuya profesionalidad se ha visto empañada por errores ajenos y un sistema que adolece de falta de los controles adecuados.