El CEE manifiesta su oposición a la fusión entre las dos Entidades, al no encontrar puntos que puedan mejorar el desempeño de los dos bancos, al contrario. En todo caso, el impacto negativo que pueda tener en la plantilla es absolutamente inaceptable.
Deutsche Bank lleva años sufriendo reestructuraciones que han ido reduciendo la plantilla en miles de empleados. Actualmente, se está hablando sobre la integración del Postbank con miles de puestos de trabajo en juego. Tendría poco sentido si siguen adelante conversaciones sobre la integración y después tenga que afrontarse una reestructuración aún mayor. En este sentido, el Comité de Empresa Europeo rechaza la fusión y apoya todas las acciones que los colegas alemanes establezcan.
El futuro de Deutsche Bank depende de una gestión adecuada del negocio bancario por parte del Management Board, no de la reducción de plantilla que, actualmente, está llevando a sus trabajadores y trabajadoras a unos niveles de estrés y ansiedad inaceptables.