CCOO en do Value

Sus primeros pasos en la literatura los da escribiendo sus vivencias en los múltiples viajes que ha realizado, una de sus grandes pasiones junto al cine y al teatro.

En primer lugar felicitarte por la publicación de tu novela.

¿Cuando y como comenzó tu vocación literaria?

Desde bien joven, desde luego. Recuerdo que siendo adolescente escribí algún guión de teatro y posteriormente escribí y dirigí varias películas de Super 8. La creación artística siempre me ha gustado y me he sentido muy cómodo con ella. La creación literaria vino después, escribiendo relatos de viaje (una de mis pasiones), y sintiéndome cómodo delante de un ordenador contando cosas. Luego vino mi primera incursión en el terreno de la ficción (Los impares de Sagasta, escrita en el año 2000), y hasta ahora...

¿Que consideras que te aporta a nivel personal ser escritor?

Mucho, muchísimo. De entrada más interés por el mundo que me rodea, más interés por la historia, por las relaciones humanas, por los viajes, por la lectura, por el cine y el teatro. Como he dicho en varias ocasiones, creo que soy otra persona desde que escribo de forma continua.

¿Tus novelas se encuadran dentro del género "ficción" o por el contrario, incluyen componentes autobiográficos?

Lo que yo escribo desde el principio es lo que se conoce en este mundo nuestro como "narrativa de ficción". Son historias inventadas lo que ocurre es que en la mayoría de las ocasiones las hago coincidir con determinados momentos históricos: II Guerra Mundial en "Tres colores en Carinhall", la España de 1969 en "Lágrimas sobre Gibraltar" o la Guerra de los Seis Días en este último trabajo, "La menorah de Petra". Y no hay componentes autobiográficos. Mi vida no se parece en nada a la de mis protagonistas, por supuesto.

¿Nos gustaría que nos indicaras como se introduce un autor en el mundo literario y editorial"

Lo primero que tienes que cuidar hasta la obsesión es la calidad técnica de la obra, que esté bien escrita, que no tenga fallos ni de guión ni lagunas en la trama no explicadas, que sea en definitiva un productor correcto. Si no es así, será imposible que puedas ir seduciendo a tus lectores, que te lean, que recomienden tus trabajos, que esperen con ansias la nueva novela. Eso es fundamental. Después tienes que cuidar al lector, hablar e interactuar con él, que te vean cercano y accesible. Y dedicarle tiempo, eso sin lugar a dudas, y sobre todo, cuando me encuentro en la fase de promoción de un libro nuevo, como es el caso.

¿Que recomendación le darías a un lector que decide leer tu último libro "La menorah de Petra" y que aspectos destacarías de esta historia" 

La única recomendación que le daría es que se deje llevar por la trama, que acompañe a los personajes allá donde vayan ellos (no son muchos y son fácilmente identificables) y que permanezca atento a los avatares que irán surgiendo, muchas veces sin avisar, y que en ocasiones cierre los ojos y se deje llevar por las sensaciones que experimentan los protagonistas, en especial Araceli Artigas, la arqueóloga española sobre la que gravita la historia.

¿Te resulta difícil compatibilizar tu actividad como escritor con tu trabajo en Altamira?

Ni fácil ni difícil, simplemente son actividades incompatibles. Mientras estoy en mi trabajo me dedico a eso, a trabajar. Es fuera del horario laboral cuando quito tiempo a otras cosas para encerrarme en la Biblioteca Nacional o en El Ateneo, o en mi buhardilla, y estudiar, documentarme, crear, corregir, promocionar... Y dedicar tiempo a mi familia, por supuesto.

Muchas gracias Carlos por compartir tu experiencia con nosotros y te deseamos mucho éxito con el lanzamiento de tu libro.