Nos enfrentamos a una nueva modificación de las normas establecidas por la empresa para la consecución de objetivos, de los cuales depende nuestra retribución variable. Esta vez, el cambio viene con las bases para el 3Q, donde nos llevamos otra desagradable sorpresa: una nueva vuelta de tuerca que solo genera más presión y menos reconocimiento.
Bajo el epígrafe “Actividad Fuera de Balance”, se ha creado un subgrupo denominado “Cliente GDC”, con un rango de consecución del 50%-150%, al igual que el grupo principal. Sin embargo, los puntos asignados a este nuevo subgrupo se restan del grupo original, dejando la puntuación total inalterada.
El problema real surge cuando no se alcanza el 50% en este subepígrafe “Cliente GDC”: en ese caso, la penalización es severa, con una reducción del 50% de lo conseguido en el epígrafe madre. Por ejemplo, si una oficina alcanza un 48% en gestión de carteras, perderá la mitad de lo conseguido en fondos de inversión y planes de pensiones. ¿Es esto justo?
La situación es aún más preocupante con los objetivos de seguros: 20.000, 24.000, hasta 28.000 puntos por cuatrimestre, lo que se traduce en cifras astronómicas que superan los 50.000 euros por oficina y cuatrimestre en primas de seguros. Comparativamente, hay agentes de seguros que no llegan a los 150.000 euros en primas al año y, aun así, perciben sueldos superiores a los nuestros.
Nos preguntamos, ¿hasta cuándo seguirán estableciendo objetivos inalcanzables y normas que solo castigan a los trabajadores y trabajadoras que día a día sostienen a la entidad?
Desde CC.OO., exigimos justicia y una revisión seria de estas políticas para que la retribución variable no sea un castigo más, sino un reconocimiento justo a nuestro esfuerzo. ¡Basta ya de jugar con nuestro sustento!
