Cada año la misma locura; Cuando se acercan las vacaciones de verano, la mayoría de compañeros y compañeras comenzamos a sentir una enorme inquietud. “¿Pasará lo del año pasado?, ¿y lo del otro?...¿y lo del otro?”
La razón es sencilla. La sé yo, la sabes tú y la sabe la dirección de la entidad: la muy deficiente planificación de la gestión de los recursos humanos en la época estival.
Este problema endémico deja a nuestras oficinas sin el personal suficiente para atender correctamente a la clientela y, aún más grave, sin personal para cubrir contratiempos como una baja laboral inesperada o cualquier otro tipo de permiso no anticipado, a la conciliación laboral y personal y en sí al respeto mismo al calendario de vacaciones elegido.
La falta de previsión por parte de la empresa hace que las oficinas se vean desbordadas, afectando tanto a la plantilla como a los clientes. La sobrecarga de trabajo se convierte en una constante, llevándonos al límite, viéndonos obligados a cubrir múltiples roles y funciones, sacrificando el propio bienestar y la calidad del servicio.
Desde CC.OO., consideramos absolutamente inaceptable que esta situación se repita año tras año sin que se tomen las medidas adecuadas para evitarla. Este año, estamos avisando con la antelación suficiente para que la empresa pueda planificar adecuadamente y evitar este tipo de situaciones. Es imprescindible que se realice una correcta previsión de las necesidades de personal durante el periodo vacacional, asegurando que haya suficientes sustituciones y refuerzos para cubrir todas las eventualidades.
Exigimos a la dirección que se tomen las medidas necesarias para garantizar que toda la plantilla pueda disfrutar de sus vacaciones sin la preocupación de dejar a sus compañeros/as desbordados. Es crucial que se establezca un plan de contingencia eficaz que permita afrontar los imprevistos sin poner en riesgo la operatividad de las oficinas, departamentos internos y DT’s y la calidad del servicio prestado a nuestros clientes externos e internos.
Recordemos que el bienestar de los empleados es fundamental para el buen funcionamiento de la entidad. Un ambiente laboral saludable y bien gestionado no solo beneficia a los trabajadores, sino que también se refleja en una atención al cliente más eficiente y satisfactoria.
No es solo una cuestión de planificación, es una cuestión de RES-PE-TO y cuidado hacia todas y todos los que formamos parte de nuestra entidad.
