La crisis económica se ha ido desarrollando en la banca de forma irregular. Banesto acaba de publicar los resultados del primer semestre de 2009 y hemos de calificarlos como muy buenos. Los diversos ratios son mejores que la media de la banca, y sin embargo, las condiciones de trabajo de los empleados se han endurecido más.
No es de recibo que, a pesar de los resultados reconocidos públicamente por la Presidenta en un correo electrónico a todos los empleados, la situación de los trabajadores en Banesto sea tan alarmante.
Otras entidades que, supuestamente, se encuentran en una peor situación económica, no están desarrollando programas de bajas incentivadas, ni persiguiendo a los jóvenes para que abandonen el banco, ni haciendo listas de posibles despidos por baja productividad, ni aplicando el despido como única sanción posible. Muy al contrario, nos encontramos con que muchas entidades están avanzando en el cierre de sábados y la normalidad de las relaciones laborales les hace poder afrontar los retos de la crisis desde la colaboración y el compromiso.
Banesto ha afrontado la crisis económica como una oportunidad de negocio. El ajuste de plantilla es el objetivo final de una política de acoso y derribo de trabajadores que por muy diversos motivos se hacen acreedores de la persecución sistemática de Recursos Humanos: los que firmaron salarios altos al cambiarse de entidad, los jóvenes cuyos despidos salen baratos, los mayores que no se quieren prejubilar, los que no hacen los suficientes puntos, etc.
Además con esta nefasta política comprometen también el futuro de la empresa, ya que estan generando una situación de miedo muy preocupante, un ambiente intolerable y una desconfianza generalizada, que solo comportan desmotivación y pasotismo, haciendo imposible cualquier avance.
Hemos firmado un acuerdo para que se cumpla y estamos dispuestos a hacerlo cumplir, si es necesario tomando las más contundentes medidas, volviendo a ocupar la calle como recientemente lo hemos hecho y situando a Banesto en la portada de todos los medios de comunicación por su aspecto más antisocial y represivo y en absoluto acorde con sus discursos sobre responsabilidad social.
23 septiembre 2009