Banesto sigue con su política de máxima exigencia y mínimo compromiso con sus trabajadores. La crisis ha facilitado una excusa para una nueva vuelta de tuerca en las exigencias desmesuradas y sin sentido, que no tienen otra razón de ser que la de justificar a los responsables de turno, cargando a las oficinas con todo un cúmulo de responsabilidades que son imposibles de atender.

Nos piden un esfuerzo extra en la atención a los clientes ya que las reclamaciones al Banco de España son cada vez más preocupantes, y no es para menos ya que ocupamos un puesto destacado  en los rankings más negativos.

Pero en lugar de analizar lo que ocurre y porque ocurre ahora, se buscan soluciones para salir del paso culpabilizando a los trabajadores de no atender correctamente a la clientela.

No se tiene en cuenta la escasez de personal en las oficinas, ni la falta de flexibilidad a la hora de proponer soluciones, ni que la valoración de la productividad se realiza exclusivamente por lo que se vende no por lo que se trabaja, ni el aumento de responsabilidades, ni… Es más fácil llegar a la conclusión de que el cliente reclama por que no está bien informado y punto.

En esta misma línea de falta de compromiso con los trabajadores nos encontramos con las presiones continuas por la productividad, especialmente con los Gestores de Caja a los que se les están asignando gestiones continuas de listas a las que hay que llamar y compromisos escritos de consecución de objetivos, al tiempo que se les exige la gestión del SICO y el cuadre de caja. Esta situación deriva en ciertos casos en la amenaza de una carta recordando alguna falta de caja en el pasado.

Hoy la consigna es vender para producir, pero mañana cuando las faltas de caja y las incidencias superen con creces los beneficios del esfuerzo comercial, amenazarán con todos los medios a su alcance por el desastre que ellos mismos han provocado y del que seguro acusaran a los trabajadores, como siempre.

Como seguimos en crisis, hay que ajustar el cinturón…pero a los de siempre y para ello, nada mejor que suprimir las comidas de aquellos que prolongan la jornada y omitir los pagos del kilometraje de las visitas a los clientes. El presupuesto no da para tantos e injustificados gastos según los responsables de turno. Otra vez la falta de compromiso con los trabajadores es la máxima de la actuación del banco.

En una empresa con uno de los Consejos de Administración mejor retribuidos, con aumentos del 37% en 2008, es un insulto que se limiten unos gastos absolutamente justificados y que sean los trabajadores los que asuman el coste de su propia actividad comercial. Seguramente con que se redujesen algo sus abusivas remuneraciones sería suficiente para afrontar los gastos que alegremente han anulado.

Esta no es la forma de proceder de una empresa seria y comprometida con sus trabajadores, la crisis no justifica todo y menos el sin sentido y la falta de criterios de actuación. No se puede basar la gestión de los Recursos Humanos en la amenaza, la presión y la coacción.

Comfia-CCOO en Banesto vamos a seguir empleando todos los medios a nuestro alcance para evitar esta sin razón y para que nadie ponga en duda nuestra profesionalidad. Solo desde la consideración, el compromiso y el respeto a los trabajadores y trabajadoras superaremos la actual situación.

14 de Abril de 2009