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Demasiado susceptibles
Pues sí, compañeros y compañeras del SEC-L, estáis muy susceptibles...
Demasiado susceptibles
Pues sí, compañeros y compañeras
del SEC-L, estáis muy susceptibles. Si alguien se ha sentido ofendido por la
palabra amnistiada, de verdad que lo sentimos. En ningún caso estaba hecho con
ningún ánimo peyorativo, ni por asomo.
La situación es suficientemente grave y preocupante, como para
permitirnos según qué comentarios, decís en vuestro comunicado de fecha 29 de mayo, y
estamos de acuerdo. Por eso nos sorprende vuestras descalificaciones hacia
nosotros: alguien llegó a toro pasado, o el más sibilino de que alguien sí
que hizo algo (referido a vosotros), como si nosotros no hubiéramos hecho nada,
o, peor aún, como si no nos hubiera importado el caso, etc. etc.
Afirmar que menospreciamos el
hecho de que una acción sindical dé frutos, es mala fe. De sobras saben los
compañeros y compañeras que se han dirigido a nosotros en temas referentes a pliegos
de cargos que hemos hecho todo lo que hemos podido y más con tal de que la
sanción no existiera. A veces, se ha conseguido, y otras, no.
De lo que nos quejábamos, sin
embargo, en aquel comunicado y contra quien iba dirigida nuestra artillería era
contra la Dirección, la cual, finalmente, despidió a un trabajador sin motivo,
y esto era y es lo qué nos preocupa sobre todo.
Porque si acaban cerrando
oficinas, como parece, y lo que hacen es despedir a otros compañeros y
compañeras de otros puestos (como parece que pasará), hará falta estar más
unidos que nunca. Y unidos lo podemos estar, si no somos tan susceptibles por
cuestiones semánticas, claro. Ya hace días que lanzábamos un guante
públicamente para ir conjuntamente en todas estas cuestiones, y todavía
esperamos respuesta.
Invitábamos, por ejemplo, a llevar
una acción conjunta a la Asamblea General ante la ofensiva de nuestra Entidad
(cada vez más dura con todos nosotros).Insistimos, la Dirección ya tiene un
plan de adelgazamiento y no sólo de oficinas sino de personal, y aunque nos
ha prometido que no despedirá a nadie de las oficinas que cierre, nosotros no
nos creemos la palabra de alguien que ya ha hecho un mal uso de ella (¿ha
cumplido, por ejemplo, su compromiso de arreglar temas sociales a la
plantilla?)
Tampoco estaría de más, por
ejemplo, que el Presidente del Comité de Empresa citara a la Alta Dirección a
una reunión con los representantes de los trabajadores para que nos explique
cuáles son sus planes de verdad. Porque, queridos compañeros y compañeras, lo
que está en juego son nuestros puestos de trabajo.
Y por si alguien duda o cree que exageramos con los planes
de nuestra empresa hacia su personal, en el momento de redactar esta nota, se ha
despedido a otra compañera. ¿El motivo?, uno tan peregrino como el de la baja
productividad, que fue la causa del despido del último compañero, se puso
nerviosa en la entrevista,le dijeron como toda excusa (y eso que, según
nuestras fuentes, la compañera sacó un 10 en el examen). Y en la semana que
despiden a esta compañera cierran otra oficina.
¿Necesitamos más motivos para hacer algo más todos juntos?