Una fecha límite, el 9 de noviembre y una sugerencia:
convocar cuanto antes los respectivos órganos de decisión para que se
ponga en marcha el proceso de integración de las tres grandes cajas de
Castilla y León, Caja España, Caja Duero y Caja de Burgos en una única
entidad. El Banco de España exige a las entidades de ahorro de la
comunidad autónoma rapidez. El tiempo, como aseguran los políticos, se
ha cumplido y llega el momento de las decisiones. El director general
de Supervisión del regulador del mercado bancario, Jerónimo Tello, así
lo indicó el lunes a los tres presidentes, Santos Llamas, Julio Fermoso
y José María Arribas respectivamente, en el encuentro que tuvo lugar en
Madrid. A esa reunión acudieron el vicepresidente segundo de la Junta y
consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva y su viceconsejera,
Begoña Hernández.
A su regreso, el presidente de Caja España, Santos
Llamas, precisó ayer la reunión extraordinaria del consejo de
administración de la entidad convocado ayer a petición de sus dos
vicepresidentes, el alcalde de León, el socialista Francisco Fernández
y la presidenta de la Diputación, Isabel Carrasco, del PP. El consejo,
indicaron fuentes de esta entidad, tuvo exclusivamente un carácter
informativo y en él, los responsables del proceso, Llamas y el director
general, Ignacio Lagartos, dieron cuenta de los pasos adoptados desde
que ese órgano les autorizó a sondear al resto de cajas para conocer su
opinión sobre una posible integración de negocios.
El elegido
Desde esta misma entidad se indicó ayer que el informe
de los técnicos señala que el sistema informático de Caja España es el
más adecuado para extenderlo a las otras dos instituciones una vez que
comience el periodo de homologación de los métodos de trabajo que
debería culminar en la fusión de las tres en una única caja. Desde las
otras dos entidades puntualizaron que, si bien esa filtración supondría
un incumplimiento del compromiso de confidencialidad suscrito, no tiene
gran importancia, salvo que con ella se pretenda promover «que la sede
se instale en León», indicaron las fuentes. La ubicación de la entidad,
los métodos de trabajo y las condiciones del ajuste de plantillas y de
oficinas es algo que todavía ni se ha discutido, formará parte de una
de las primeras fases de la unificación.
Suspicacias
Caja Duero anunció ayer que el viernes próximo, a las
cinco de la tarde, se reunirá el consejo de administración en un
encuentro «sólo de carácter informativo», indicaron desde la entidad.
El consejo ordinario está previsto para la jornada del 29 de octubre.
La caja puntualizó así que no hay todavía fecha para ese posible
consejo en el que se deberían adoptar decisiones respecto a la posible
integración de negocios o fusión de los mismos en una única entidad
cuya viabilidad ha analizado la consultora KPMG. «De momento, sólo hay
una convocatoria para hablar de cómo va el proceso».
La tercera entidad en la iniciativa, Caja de Burgos, no
tiene tampoco fecha. El presidente, José María Arribas, ha exigido que,
en todo caso, los tres consejos de administración decisorios sobre la
fusión se convoquen en la misma fecha, con la misma hora y un orden del
día común. «Al mismo son y con el mismo ritmo», indicaron en la entidad
con sede en la Casa del Cordón de la capital burgalesa. Desde las tres
cajas puntualizaron que previsiblemente en los primeros días de
noviembre se llamará a los respectivos consejos, aún no está decidido
si de forma simultánea, para evitar que las resoluciones de alguno
influya sobre los otros dos. «El Banco de España lo que ha dicho, casi
desde el principio, es que prima es la eficiencia por encima del tamaño
si está bien gestionado», agregaron las fuentes.
Sin grandes prisas, tanto Caja Duero como Caja de Burgos
entienden que hay tiempo para adoptar decisiones dentro de los plazos
establecidos para formar, si hay fusión, la que será la sexta mayor
caja del conjunto de las españolas.
JULIO G. CALZADA | VALLADOLID
El Norte de Castilla