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Antonio Fernández (Barcelona) (11/09/2009)
El proceso de fusión de
las cajas catalanas ha dejado grabada en la memoria financiera una triste
historia de amor: Caixa Penedès pidió la mano de Caixa Laietana.
Laietana se la negó. Quiere seguir soltera cuanto más tiempo mejor. Y, si es
posible, poder elegir un pretendiente de altura. La situación se repitió varias
veces a lo largo de los últimos meses, según manifestaron a El Confidencialdiversas fuentes consultadas. Estas dos entidades son las únicas que quedan en
la comunidad sin haber iniciado un proceso de fusión, si exceptuamos la
poderosa Caixa de Pensions, que no necesita compañeros de viaje para el futuro.
La reorganización del mapa de las entidades de ahorro ha dado ya como consecuencia
una fusión entre las cajas de Sabadell, Terrassa, Girona y Manlleu, por un
lado, y Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa por otro, operación que todavía
se está diseñando pero que se prevé que quede cerrada la semana próxima.
Caixa Penedès, presidida
por Josep Colomer y con Ricard Pagès como director general, tenía
interés en ganar músculo con una entidad a la que pudiese absorber como
Laietana, que preside Jaume Boter y dirige Josep Ibern. La
primera tiene unos activos de 23.000 millones, mientras que la segunda no llega
a los 9.500 millones. Con la fusión, podría tratar de emprender una operación
de más alto alcance, con una fusión fuera de Cataluña. Sin embargo, hasta el
momento, nadie ha movido ficha tras la negativa de Laietana a someterse a Penedès,
aunque hubo varias reuniones al más alto nivel para hablar del tema.
El tiempo se echa
encima, ya que el Banco de España ha dado de plazo hasta el 31 de diciembre
para que se acometan los procesos de fusión. Quien no haya hecho los deberes,
que se atenga a las consecuencias, porque se le dirá con quién ha de
emparejarse, señaló a El Confidencial una fuente de la Administración.
Fuentes internas de
Caixa Penedès señalaron también a este diario que hay negociaciones con cajas
de fuera, pero se llevan muy en secreto. De todos modos, es posible que en
quince días se deshoje la margarita y se haga público algún principio de
acuerdo. Otras fuentes son más pesimistas y afirman que Penedès, que tenía
una muy buena posición al ser la tercera caja de Cataluña, está a punto de
perder el tren. No puede ser que a estas alturas, cuando otros procesos ya
están maduros, ella siga cuestionando ser cola de león en vez de cabeza de
ratón. Esta misma fuente subraya que a este paso, la única posibilidad que
le quedará es ir de mochila con alguna caja de otra comunidad. Otra
fuente del sector añade que es posible que Penedès se quede al final como
moneda de cambio y que se deje englobar a cambio de que uno de los grupos
catalanes tome posición en otras entidades de fuera.
En el sector financiero,
sin embargo, se sostiene que la Generalitat hará todo lo posible para que
pueda abanderar algún proceso intercomunitario, aunque en algunos círculos se
pone en duda esta afirmación: Por su tamaño no puede pretender salir fuera
a pescar. Más bien será la pieza perfecta como para que la pesquen a ella.
Es cierto que desde la Generalitat harán todo lo posible para que ella pilote
la fusión, pero será muy difícil. Habrá que esperar a ver qué ocurre, porque
las otras comunidades tampoco están dispuestas a que una caja de fuera absorba
a las de su territorio.
Irrupción
de La Caixa
Esta misma fuente señala que
Caixa Laietana, por el contrario, es fácil de encajar en cualquier lado. Lo
más seguro es que acabe siendo el instrumento de un cambio de cromos. En este
sentido, una de las teorías más firmes es que, finalmente, sea la Caixa de Pensions quien se la quede,
lo que no representaría para ésta demasiados dolores de cabeza. Evidentemente,
este favor se le pagaría a La Caixa de alguna manera, como por ejemplo,
facilitándole una ficha bancaria, añade la fuente.
De momento, sin embargo, tanto
Penedès como Laietana han comenzado una política de adelgazamiento con el fin
de ponerse guapas para el baile de gala. Ambas entidades han
comenzado justamente antes de las vacaciones una política de despidos que ha
sublevado a las centrales sindicales. En Penedès, por ejemplo, los contratos
indefinidos que se habían realizado últimamente no se
renovaron tras el periodo de prueba.En total, un centenar de trabajadores
se vieron afectados. Paradójicamente, muchos de estos trabajadores
fueron contratados de nuevo en el mes de julio para cubrir las bajas por
vacaciones de otros trabajadores. Si no habían pasado el periodo de prueba,
¿cómo es que los vuelven a contratar?, se pregunta un alto dirigente sindical.
La entidad también realizó varios despidos sabiendo que eran improcedentes y
así lo reconoció más tarde, abonando elevadas indemnizaciones para no readmitir
a los empleados. En Laietana, la situación es similar y CCOO ha comenzado ya
movilizaciones para protestar contra los despidos producidos en julio y agosto,
todos de personal fijo, según el secretario general de la sección sindical de
CCOO, Esteban Martínez.
Fuentes sindicales manifestaron a El
Confidencial que ni Penedès ni Laietana han cultivado nunca favores
políticos y han llevado políticas laborales muy malas. La prueba está en que Laietana es la última de las cajas españolas
en condiciones laborales y Penedès, la antepenúltima.
Las direcciones son soberbias no están
acostumbrados a negociar. Esta falta de costumbre en la negociación debe ser
la que les la impedido haber encauzado aún sus respectivos procesos de fusión.
Pero, sea de una manera o de otra, no
tendrán más remedio que fusionarse con alguien. Si no lo eligen ellas,
se lo elegirán las autoridades competentes.
Mientras tanto, los
presidentes y directores generales de las cajas de Girona, Sabadell, Terrassa y
Manresa se reunieron ayer por primera vez desde que acordaron la fusión. La
reunión sirvió para abordar los temas relacionados con el plan económico
resultante de la fusión, la estructura de los órganos de Gobierno de la futura
entidad y del proceso de transición.