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Caja de Burgos solo aceptará una fusión que mejore su actual modelo de gestión
Arribas, presidente de la entidad, afirma que el Consejo de Administración tendrá la próxima semana «todos los elementos de juicio» para definirse.
Caja de Burgos considera un «requisito irrenunciable» que la caja que nazca tras su fusión con Caja España y Caja Duero se dote de un modelo de gestión que mejore el que actualmente aplica y que está enfocado al logro de la máxima eficiencia financiera. Así lo advirtió ayer su presidente, José María Arribas, que adelantó que el Consejo de Administración tomará la decisión de sumarse o no a este proyecto -previsiblemente el lunes- «con todos los elementos de juicio para poder definirse con auténtica seguridad», por lo que la propuesta que analicen los consejeros tendría que incluir las cuestiones más espinosas de la negociación -que no aludió- como las sedes, órganos de gobierno y dirección y los ajustes de plantilla y oficinas.
Caja de Burgos considera un «requisito irrenunciable» que la caja que nazca tras su fusión con Caja España y Caja Duero se dote de un modelo de gestión que mejore el que actualmente aplica y que está enfocado al logro de la máxima eficiencia financiera. Así lo advirtió ayer su presidente, José María Arribas, que adelantó que el Consejo de Administración tomará la decisión de sumarse o no a este proyecto -previsiblemente el lunes- «con todos los elementos de juicio para poder definirse con auténtica seguridad», por lo que la propuesta que analicen los consejeros tendría que incluir las cuestiones más espinosas de la negociación -que no aludió- como las sedes, órganos de gobierno y dirección y los ajustes de plantilla y oficinas.
Ante un auditorio de más de 600 empresarios, reunido anoche en Valladolid con motivo de la entrega de los III Premios Castilla y León Económica-ForoBurgos, el presidente de la Caja burgalesa garantizó que el Consejo decidirá «con responsabilidad y valentía» y aseguró que los empleados de la entidad, con su equipo directivo a la cabeza, «están dispuestos a luchar, con esfuerzo y mucho sacrificio, para mejorar en todo lo posible su modelo de gestión».
Este modelo mejorado se presenta como la clave de los requisitos «irrenunciables» que Caja de Burgos persigue y exigirá a la fusión, y que no son otros que la mejora de su nivel de fondos propios, el incremento de la liquidez, el tamaño y la competitividad. «Cualquier empresario -añadió Arribas- intentaría aportar lo mejor de su empresa en cualquiera de estas variables en beneficio del proyecto conjunto. Intentaría hacer todo lo posible por crear un proyecto mejor de las tres entidades».
El presidente reconoció anoche que se enfrentan a una decisión «histórica», que les está costando mucho trabajo de negociación y análisis, y que requerirá «soluciones de éxito»: «Nos jugamos la credibilidad y confianza de nuestros clientes, de los inversores, del conjunto de la sociedad, de nuestros empleados y de la clase empresarial. Somos una caja pequeña y humilde, que ha invertido en un ecosistema empresarial que se merece una caja más grande y fundamentalmente una caja mejor, que no solo sea rentable, productiva, eficiente y solvente, sino que trabaje con un modelo de gestión que la haga merecedora de la confianza de sus clientes».
G. Arce
Diario de Burgos