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Arribas exige más peso para Burgos horas antes de que las Cajas se pronuncien sobre su fusión
Jornada histérica la vivida ayer en torno al proceso de fusión de las tres grandes Cajas de la Comunidad. Después de un día de comunicados sorprendentes, reuniones de urgencia y un gasto telefónico cuantioso, Caja Duero, Caja España y Caja de Burgos cumplieron con lo que les había reclamado el Banco de España y convocaron para hoy sus respectivos consejos de administración. Lo extraño es que a última hora de ayer no había ningún acuerdo definitivo cerrado. Al menos así lo entendía Caja de Burgos y su presidente, José María Arribas, y así se lo hicieron saber a sus empleados a través de un e-mail interno en el que negaba la existencia de consenso con sus dos compañeros de viaje sobre las condiciones de esta hipotética unión.
Jornada histérica la vivida ayer en torno al proceso de fusión de las tres grandes Cajas de la Comunidad. Después de un día de comunicados sorprendentes, reuniones de urgencia y un gasto telefónico cuantioso, Caja Duero, Caja España y Caja de Burgos cumplieron con lo que les había reclamado el Banco de España y convocaron para hoy sus respectivos consejos de administración. Lo extraño es que a última hora de ayer no había ningún acuerdo definitivo cerrado. Al menos así lo entendía Caja de Burgos y su presidente, José María Arribas, y así se lo hicieron saber a sus empleados a través de un e-mail interno en el que negaba la existencia de consenso con sus dos compañeros de viaje sobre las condiciones de esta hipotética unión. Poco después, y según fuentes consultadas a este periódico, confesaba que su objetivo es que la Caja tenga un mayor peso en el reparto de poder. Así, si en las últimas conversaciones le correspondía un 26 por ciento y a las otras dos, un 37, asegura que no se va a conformar con menos del 30. En esta misma línea, reclamara que Burgos cuente con alguna sede concreta más.
Desmentido
Sea como fuere, los órganos de gobierno están convocados y hasta que se reunan -a las seis- tocará seguir trabajando de nuevo a todas las partes para acordar en unas horas el texto que no ha podido cerrarse en varios meses de negociaciones. Las diferencias son tan palpables que ni siquiera han puesto en común el orden del día para la cita «histórica» de esta tarde. Mientras Caja Duero y Caja España, molestas con el comunicado de Arribas, sí coincidieron en presentar un único punto, en el de Caja de Burgos hay varios, incluido ruegos y preguntas y la lectura del acta anterior.
El camino de la fusión a tres tiene más interrogantes que nunca precisamente por los reparos de última hora de Arribas. El presidente aseguraba en primer lugar que debe «hacer algunas aclaraciones» a lo publicado en algunos medios de comunicación. Entre ellos, ABC, que informaba de un pacto prácticamente cerrado entre las tres entidades por el cual Salamanca albergaría los servicios ejecutivos, León tendría la sede de la Presidencia y Burgos controlaría las empresas participadas y los departamentos de Tesorería y Extranjeros. Al respecto, aseguró que «no ha llegado a ningún acuerdo sobre los aspectos que se citan en las informaciones publicadas», aunque matizaba que «es cierto que existe una propuesta que contiene las cesiones máximas que las otras dos cajas están dispuestas a hacer». Sin embargo, sobre este documento «no se ha llegado al más mínimo consenso», desveló.
Arribas denuncia en su misiva que durante toda la negociación «no se han atendido las posiciones y propuestas de Caja de Burgos» e insiste para asegurar que «en reiteradas ocasiones durante todo el proceso negociador, he manifestado mi desacuerdo con importantes puntos del proyecto».
El comunicado concluye con un llamamiento a los empleados de la entidad para que «especialmente en esta fase del proyecto mantengáis la tranquilidad y madurez que habéis demostrado en estos meses. Podéis confiar en que la Caja no tomará decisiones que no cumplan con los objetivos que tantas veces hemos manifestado».
Villanueva, en Burgos
También se anunciaba que por la tarde se celebraría una «reunión informal» del Consejo de Administración en la que el equipo directivo de la Caja y el propio presidente explicarían «éstos y otros aspectos» a los consejeros.
Las reacciones al texto de Caja de Burgos no se hicieron esperar. Mientras los presidentes y directores generales de las otras dos entidades esperaban una explicación que no llegó de Arribas, el vicepresidente económico, Tomás Villanueva, se desplazaba rápidamente a Burgos. Allí, según pudo saber este periódico, comió con algunos consejeros de las Caja. La reunión se prolongó durante varias horas,
J. M. AYALA VALLADOLID.
El Mundo