Archivado en Noticias, Fusiones
Información asimétrica
Opinión:El palomar
Los economistas que estudian los fallos en el funcionamiento de los mercados emplean la teoría de la información asimétrica, según la cual si prestatario y prestamista tienen distintos datos o en diferente cantidad, alguno saldrá perjudicado. Uno de los ejemplos más elocuentes, establecido por el nobel George Akerlof, es el de los "lemons" (limones,como se conoce a los coches de segunda mano en USA): se produce una asimetría entre el vendedor, que lo conoce al completo, y el comprador, que sólo sabe su precio.
Los economistas que estudian los fallos en el funcionamiento de los mercados emplean la teoría de la información asimétrica, según la cual si prestatario y prestamista tienen distintos datos o en diferente cantidad, alguno saldrá perjudicado. Uno de los ejemplos más elocuentes, establecido por el nobel George Akerlof, es el de los "lemons" (limones,como se conoce a los coches de segunda mano en USA): se produce una asimetría entre el vendedor, que lo conoce al completo, y el comprador, que sólo sabe su precio. El mercado puede quebrar si "le mons" de baja calidad se hacer pasar por coches buenos, pu diendo ocurrir que no haya transacciones. La teoría es de 1970, pero en ciertos aspectos sigue vigente. La he recordado al analizar lo que parece relevante papel de Leoncio García, director general de Caja Burgos, en apearse del tren de la fusión. El sustituto del carismático José María Achirica al incorporarse hace dos años enfatizó el proyecto de su entidad y ahora parece haber prevalecido. El presidente Arribas acaba de decir que, a pesar de su alta función, no sabe ni la décima parte que García, cuyo informe se impuso en el consejo por encima de criterios que aconsejaban que la Caja acompañase ge nerosamente en un lance que resultará más desabrido sin su concurso. ¿La información de García era asimétrica respecto del resto? Por contra, ¿la información existía pero se crearon unas expectativas tendentes a producir una cortina de humo que escondiera la realidad de que la entidad burgalesa nunca diría sí? Es pronto para sabe cuál de las dos posibilidades era la correcta, pero todo indica que si alguien intentó que el precio de los coches usados se equiparara al de los nuevos fracasó en la fijación del precio. En India los usureros cobraban en el campo el doble de intereses que en la ciudad. Si alguien hubiera intentado hacer arbitraje ofreciendo un precio medio podría encontrarse problemas de solvencia de los prestatarios rurales. No se engañen: lo de Caja Burgos ha sido información asimétrica o táctica dilatoria. Quien quiera ver sólo la defensa de la camiseta y del burgalesismo, se equivoca. Entre muchas razones porque la Caja tiene su negocio repartido en muchas cestas, incluida la del totémico Valladolid. No confundirse.
Ignacio Fernández
Diario Negocio