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Herrera apaga el carbón y le prenden las cajas
Editorial
Lo anunciábamos ayer y se cumplió. En sólo 24 horas el PP nacional le ha incendiado dos frentes económicos muy sensibles al presidente de la Junta, que ha tenido que lanzarse personalmente a apagar, aunque uno de ellos ya es reincidente y sigue activo.
Lo anunciábamos ayer y se cumplió. En sólo 24 horas el PP nacional le
ha incendiado dos frentes económicos muy sensibles al presidente de la
Junta, que ha tenido que lanzarse personalmente a apagar, aunque uno de
ellos ya es reincidente y sigue activo. Primero fue Rajoy en el
Congreso atacando al carbón leonés. Herrera ha sido hoy contundente en
su defensa del carbón, pero ha tenido que reconocer que su líder tuvo
un desliz. Lo lógico es que hubiera sido el propio Rajoy el encargado
de pedir disculpas, porque siguen existiendo demasiadas coincidencias
entre lo que defienden las compañías eléctricas a nivel nacional, con
lo que argumenta la Comisión Nacional de la Energía, presuntamente
controlada por el PSOE, y la política energética del PP. El otro frente
ya lo incendió hace unas semanas en el mismo León, Cristóbal Montoro,
el líder económico del PP nacional. En aquella ocasión se manifestó a
favor de las fusiones de cajas interregionales, pero esta vez en Madrid
ha sido mucho más explícito, recordando que en el PP se sienten muy
incómodos con las autonomías que se cierran y no salen a buscar novias
fuera de sus territorios. Por si no quedara clara la alusión directa a
la política de la Junta de Castilla y León con respecto a las cajas,
añadió que la reestructuración de las cajas es tan grande que es
imposible que pueda hacerse sólo con el vecino de al lado, pidiendo
finalmente que se elimine el veto autonómico de la Ley. Las noticias
coinciden en el tiempo con el inicio de las negociaciones de fusión
entre Caja España y Caja Duero, que esta vez estarán vigiladas por los
políticos de los consejos de administración. La Junta, el PP y también
el PSOE, deben defender sin complejos la politización de las cajas de
ahorro, porque estas entidades financieras no son bancos y se deben a
su territorio y a sus impositores. Esto implica participar como lo
hacen en las decisiones de fusión e intentar una caja regional antes
que buscar novias fuera. Esta es la esencia de las cajas, que no
reparten beneficios y destinan éstos a la obra social, que repercute
directamente en sus territorios. Lo que ha ocurrido entre Caja Astur y
Castilla-La Mancha es una compra a través de un banco. Si lo que se
desea es la bancarización de las cajas ha de hacerse por Ley, y no es
garantía de nada, visto el desastre que han provocado a nivel mundial
los bancos. Herrera parece tenerlo claro y tal vez necesite otro
puñetazo en la mesa, como en el caso de Caja Madrid, para que se
enteren en Génova. La Crónica de León