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Ante la sentencia de Gescartera
El Tribunal Supremo condena a Caja Madrid Bolsa como responsable civil subsidiaria, lo que puede suponer un coste de hasta 26 millones de euros
El Tribunal Supremo acaba de dictar sentencia en el caso de la agencia de bolsa Gescartera, que cometió un fraude y dejó un agujero patrimonial de 88 millones. Entre otras cuestiones, la sentencia condena a Caja Madrid Bolsa como responsable civil subsidiaria, lo que puede suponer un coste de hasta 26 millones de euros, si reclaman todos los afectados. En este asunto hay varios aspectos llamativos y aclaraciones necesarias: - Gescartera se creó en 1992 y comenzó a colaborar con Caja Madrid Bolsa en 1999, por lo que la responsabilidad civil sólo puede tener efectos con respecto a operaciones realizadas desde entonces, como finalmente establece la sentencia. - Los medios de comunicación no reflejan este pequeño detalle, transmitiendo tan sólo a la opinión pública que el Supremo ha limitado la responsabilidad de la Caja a 26 de los 88 millones de agujero total. - Lo mismo hace Caja Madrid en la nota interna colgada en Intranet, al señalar que el Tribunal ha reducido drásticamente su responsabilidad civil, limitándola al tiempo en que trabajó como entidad depositaria; y anulando parcialmente, para ello, la sentencia anterior de la Audiencia Nacional. - ¿Se puede condenar a una entidad por el daño a terceros causada por otra, en un periodo en que ambas entidades no mantenían ninguna relación comercial?. Finalmente, el Supremo ha dicho que NO, por lo que resulta preocupante la falta de rigor de los medios, incluso los teóricamente más fiables; y es igualmente sorprendente el enfoque que hace la Caja, no exento de optimismo y de cierto triunfalismo, para lo que no creemos que existan motivos. - El Supremo también señala su extrañeza porque Gescartera no haya sido intervenida antes y apunta que diversos datos de difícil comprensión y, sorprendentemente, sin consecuencias, relativos a la actuación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, habrían merecido ser investigados. Recordamos, p.ej., que el regulador llegó a sancionar a Gescartera en 1999 por resistirse a ser inspeccionada, a pesar de lo cual autorizó su conversión en Agencia de Valores en 2000. - La condena contra Caja Madrid contrasta vivamente con la total absolución que ha recibido la Caixa como responsable civil, así como la de una serie de empleados de dicha entidad por graves imputaciones, como la falsificación de documentos; todo lo cual da pie a otra batería de reflexiones en relación al desarrollo del caso y a la decisión judicial. - Recordamos que, en su día, este asunto se destapó en parte porque los profesionales de Caja Madrid Bolsa denunciaron el intento deGescartera de utilizar certificados falsificados de Caja Madrid. La actitud de los empleados de Caja Madrid Bolsa ha sido y es irreprochable, por lo que la sentencia ha causado sorpresa y rabia a estos compañeros. Esta sentencia es una mala noticia para la Caja, en términos económicos y de imagen, que se une a otras que la Entidad viene protagonizando desde hace más de un año. En este periodo, la plantilla de Caja Madrid viene dando una lección de profesionalidad y discreción, señalando con ello cuál debe ser la respuesta y el camino a seguir. Madrid, 19 de noviembre de 2009