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Caja España sólo tendrá en la fusión los cuatro negociadores previstos
La falta de consenso lleva a evitar que se amplíe la representación e igualar la cifra de seis representantes que tendrá Caja Duero en la mesa de nego
Finalmente Caja España tendrá una comisión de cuatro miembros para negociar con Caja Duero el proceso de fusión a partir de la próxima semana. La posibilidad de nombrar otros dos negociadores, e igualar así en número la comisión de seis personas que ha elegido la caja con sede en Salamanca, se evitó finalmente en el Consejo de Administración celebrado ayer ante la falta de consenso dentro de los partidos políticos sobre los nombres de los consejeros o técnicos que deberían ocupar estos puestos.
Finalmente Caja España tendrá una comisión de cuatro miembros para negociar con Caja Duero el proceso de fusión a partir de la próxima semana. La posibilidad de nombrar otros dos negociadores, e igualar así en número la comisión de seis personas que ha elegido la caja con sede en Salamanca, se evitó finalmente en el Consejo de Administración celebrado ayer ante la falta de consenso dentro de los partidos políticos sobre los nombres de los consejeros o técnicos que deberían ocupar estos puestos.
Así las cosas, serán el presidente, Santos Llamas, los dos vicepresidentes, Isabel Carrasco y Francisco Fernández, y el director general adjunto, Javier Ajenjo, los responsables de llevar a cabo la negociación con los representantes designados por Caja Duero: el presidente, Julio Fermoso, el director general, Lucas Hernández, el vicepresidente, Isaías García Monje, y los vocales Fernando Rodríguez, Carlos Martínez y Enrique Celemente. Por Caja España no estará presente el director general, José Ignacio Lagartos.
Ese será el equipo que a partir de la próxima semana negocie sobre el informe que tendrá que entregar la consultora KPMG, y que decidirá el reparto de sedes y el organigrama de la nueva caja fusionada. Mientras, la mesa que debatirá el protocolo laboral tendrá que llegar también en los próximos días a un acuerdo, después de que el miércoles los representantes sindicales no lograran el consenso sobre el número de representantes que debía tener la mesa por cada organización.
En ambos casos los acuerdos no podrán hacerse esperar demasiado, ya que el Banco de España ha urgido a las dos entidades a que alcancen un acuerdo sobre todos estos puntos antes de fin de año, con el objetivo de cumplir el calendario que permita a la caja fusionada estar en funcionamiento el próximo verano.
Por otro lado, Caja Burgos dio a conocer ayer los resultados del tercer trimestre, en el que el beneficio quedó en 40,8 millones de euros, un descenso del 49% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Caja de Burgos, cuyo consejo de administración rechazó una fusión con Caja España y Caja Duero, ha logrado un beneficio neto individual de 41 millones de euros tras destinar otros 61,5 a dotaciones, ante la actual situación de crisis y el previsible incremento de la morosidad.
maría jesús muñiz | león
Diario de León