Archivado en
Más del 90% del recorte de plantilla en la nueva caja se hará con prejubilaciones
Las bajas incentivadas completarán la reestructucación de personal que exija la fusión, cuyas condiciones definitivas comenzarán a negociarse esta sem
Más del 90% del recorte de plantilla que exija el proceso de fusión entre Caja España y Caja Duero se solucionará mediante acuerdos de prejubilación, y sólo una pequeña parte del empleo a reestructurar se negociará a través de bajas incentivadas. Las prejubilaciones se ofrecerán en un primer momento a los trabajadores que hayan cumplido los 60 años, y a partir de ahí «se irá bajando la edad hasta que sea necesario», según fuentes de la negociación. Un planteamiento que cumple la exigencia sindical de no llevar a cabo despidos traumáticos en el proceso de fusión, y también el compromiso de las direcciones de las dos cajas en el sentido de no perjudicar los intereses de los trabajadores.
Más del 90% del recorte de plantilla que exija el proceso de fusión entre Caja España y Caja Duero se solucionará mediante acuerdos de prejubilación, y sólo una pequeña parte del empleo a reestructurar se negociará a través de bajas incentivadas. Las prejubilaciones se ofrecerán en un primer momento a los trabajadores que hayan cumplido los 60 años, y a partir de ahí «se irá bajando la edad hasta que sea necesario», según fuentes de la negociación. Un planteamiento que cumple la exigencia sindical de no llevar a cabo despidos traumáticos en el proceso de fusión, y también el compromiso de las direcciones de las dos cajas en el sentido de no perjudicar los intereses de los trabajadores.
Sobre esta base se negociará a partir de esta semana el protocolo laboral, una vez que la consultora KPMG dé a conocer el informe definitivo con las condiciones de la fusión. Un documento que los responsables de Caja España y Caja Duero conocerán hoy en una nueva reunión que mantendrán con el Banco de España, y cuya redacción definitiva se entregará en los próximos días.
Esta misma semana comenzarán a negociar el resto de los aspectos de la fusión entre las dos principales entidades financieras de la comunidad las comisiones designadas para ello por los consejos de administración. El objetivo es acelerar el acuerdo (ya debatido en su parte más importante antes de que la retirada de Caja Burgos obligase a replantear la fusión) para cumplir el mandato del Banco de España de solicitar los fondos de ayuda del FROB antes de final de año, aunque la culminación de la caja única esté prevista para junio.
La negociación sobre el empleo y las condiciones laborales de los trabajadores de la nueva caja será una de las bases del acuerdo a conseguir, junto con el reparto de las sedes y organigrama de la nueva caja.
Antes los sindicatos con representación en las dos cajas de ahorro (UGT, CC.OO., Csica y UEA) tendrán que lograr un acuerdo sobre el reparto de la representación en la mesa de negociación, un punto sobre el que no alcanzaron consenso la semana pasada.
A falta de conocer los datos definitivos de la consultora, las fuentes consultadas calculan que el número de empleos a reducir será de «alrededor de un millar», frente a los algo más de 1.400 trabajadores que «sobraban» con la fusión a tres. La cifra de oficinas a cerrar será de unas 200, frente a las 300 previstas inicialmente.
María jesús muñiz | león
Diario de León