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CAI aplaza la decisión sobre el SIP y la vincula a un estudio de Deloitte
SIP CAI, CAJA INSULAR Y CAJA RIOJA
La entidad pedirá una moratoria al Banco de España para analizar su futuro en profundidad.El consejo retira de sus funciones a García Montes pero no nombra al nuevo director general.
El consejo de administración de Caja Inmaculada (CAI) decidió ayer, en una reunión extraordinaria, aplazar la decisión de aprobar de forma definitiva el proyecto de SIP (Sistema Institucional de Protección) pactado con Caja Rioja y La Caja de Canarias (Las Palmas), una operación que autorizó la semana pasada pero con carácter "no vinculante". Según pudo saber este diario, los 16 consejeros del órgano de gobierno de la entidad aragonesa acordaron posponer su veredicto para analizar en profundidad el futuro de la institución. "El proceso exige tiempo para que madure", apuntaron fuentes próximas a la caja.
La decisión final podría prorrogarse durante, al menos, cuatro semanas. Este es el tiempo previsto para que la consultora Deloitte --cuyos representantes se reunieron ayer con la Comisión de Control de la entidad y participaron en la reunión del Consejo de Administración-- elabore un estudio dirigido a analizar el plan estratégico y empresarial de CAI para los próximos años. Una vez que se concluya y analice este estudio, el Consejo de Administración volverá a reunirse para tomar un determinación.
La elección de Deloitte no es casualidad. La consultora cuenta con amplía experiencia en este tipo de procesos de integración. De hecho, está llevando siete de las nueves fusiones virtuales que hay en marcha en el sector financiero español. En su haber está también un estudio que elaboró para Caja Círculo de Burgos, documento que permitió a esta entidad conseguir el visto bueno del Banco de España para mantenerse en solitario, al menos, temporalmente. Deloitte tenía previsto reunirse ayer también con el comité, pero finalmente lo hizo solo con la entidad.
Con la decisión de ayer, CAI tiene previsto solicitar al Banco de España que le permita aplazar su decisión definitiva sobre el SIP. En las últimas semanas, la entidad apuntaba al 31 de diciembre como fecha límite marcada por el regulador para apuntalar la alianza financiera con riojanos y canarios.
FUTURO ABIERTO De esta forma, la entidad aragonesa coge aire y se quita presión de encima. Una presión que en los últimos días había crecido, principalmente, después de que el comité --integrado por CCOO, UGT y Asipa-- mostrara en rueda de prensa su rechazo total al SIP. También amenazaron con impugnar el proceso y celebrar una huelga si la entidad se embarcaba de forma irreversible en la fusión.
De esta manera, el futuro de CAI ha quedado de nuevo abierto, con un amplio abanico de posibilidades. Aunque la SIP parece seguir siendo la prioridad, a estas alturas no puede descartarse que se aparque la operación y que la caja opte por otro tipo de alianzas o se mantenga en solitario durante algún tiempo.
Este impasse también servirá para analizar con más tranquilidad el candidato a la dirección general de CAI, un asunto que todavía está en el aire.
En la reunión de ayer, el Consejo de Administración no acordó el nombramiento de un nuevo director general, tras la destitución el 14 de diciembre de Tomás García Montes, quien en principio iba a mantenerse en el cargo hasta final de año. Sin embargo, según ha podido saber este diario, el consejo aprobó ayer retirar de sus funciones a García Montes.
Aunque no se nombró un sucesor ni se pusieron sobre al mesa posibles candidatos a este cargo, la entidad estableció el procedimiento que seguirá para cubrir el puesto vacante, según fuentes del entorno de CAI. De lo que también se habló fue del perfil idóneo que deberá cumplir la persona que designe.
FUENTE: El Periódico de Aragón - R. Barceló / J. Heras