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Caja Duero bloquea la fusión al exigir un reparto inasumible de las futuras sedes
Caja España emplaza a los negociadores para el lunes e insiste en la viabilidad del proyecto, pero advierte de que salvaguardará los intereses de la e
El absurdo parece haberse instalado en las negociaciones entre Caja España y Caja Duero sobre el reparto de poder de la futura entidad financiera que pretenden alumbrar con su fusión. Los contactos mantenidos en los últimos días bajo un aparente entendimiento de fondo dieron finalmente al traste el martes, en la primera reunión en firme de los negociadores comisionados por los consejos de administración de ambas entidades. Se anunció un encuentro con acuerdo y se concluyó una discusión cuyos planteamientos no pueden estar más lejos. Y así quedó de manifiesto ayer en los respectivos consejos de administración que celebraron ambas cajas. La que tiene su sede en León emplazó un nuevo encuentro para el próximo lunes, la de Salamanca sólo habló de «los próximos días».
El absurdo parece haberse instalado en las negociaciones entre Caja España y Caja Duero sobre el reparto de poder de la futura entidad financiera que pretenden alumbrar con su fusión. Los contactos mantenidos en los últimos días bajo un aparente entendimiento de fondo dieron finalmente al traste el martes, en la primera reunión en firme de los negociadores comisionados por los consejos de administración de ambas entidades. Se anunció un encuentro con acuerdo y se concluyó una discusión cuyos planteamientos no pueden estar más lejos. Y así quedó de manifiesto ayer en los respectivos consejos de administración que celebraron ambas cajas. La que tiene su sede en León emplazó un nuevo encuentro para el próximo lunes, la de Salamanca sólo habló de «los próximos días».
En el fondo de la cuestión están las diferencias y presiones en el consejo de administración de Caja Duero, y las dudas sobre si quienes gobiernan esta entidad están dispuestos a soportar su precio político en Salamanca a cambio de llevar a cabo una negociación razonable en el nuevo reparto de poder financiero.
Parece que esta última opción no ha sido la elegida por la mayoría de los consejeros, que el martes se descolgaron en Madrid exigiendo a Caja España que la presidencia, la dirección general y los órganos que tienen capacidad de decisión se queden en Salamanca. En un alarde de irracionalidad, incluso reclama la sede del departamento informático, el punto sobre el que más claro ha sido el informe de KPMG en el sentido de la supremacía de Caja España.
Posturas, en fin, que desde la entidad con sede en León se califican de «inasumibles», aunque se mantiene el talante de intentar llevar a buen término un proceso de fusión que esta entidad ha liderado desde el principio.
A estas alturas de la negociación, tras meses de alternativas, socios, informes y conversaciones, Caja Duero bloqueó de nuevo esta semana el proceso con la fórmula de plantear unas exigencias que escapan de toda lógica.
Lo único que parece claro a estas alturas es que no se cumplirá el plazo reclamado por el Banco de España de presentar la documentación antes de fin de año.
maría jesús muñiz | león
Diario de León
