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La negociación de cajas apura el fin de año
La Mesa Laboral se reúne hoy en Madrid, y las comisiones delegadas tratan de pactar el reparto de sedes en Tordesillas, con la sombra del último desen
Aunque las intenciones iniciales apuntaban que a fin de año la negociación sobre la fusión de Caja España y Caja Duero estaría ultimada y lista para recibir el visto bueno oficial e iniciar el trámite en los órganos de gobierno de ambas entidades, la realidad sigue enredada en conversaciones y, visto lo visto la última semana, con más desencuentros que puntos en común. Las comisiones delegadas por los consejos de administración de las dos principales cajas de la comunidad vuelven a reunirse hoy, esta vez en Tordesillas, para intentar un acercamiento de posturas en el reparto de sedes y el diseño del futuro organigrama de la caja unida. Hace una semana el encuentro en Madrid concluyó que las posturas estaban más que distantes: al margen de las divergencias sobre quiénes deben ocupar provisionalmente los distintos puestos de mando, las cajas no pudieron sacar adelante ningún acuerdo sobre el reparto de sedes.
Aunque las intenciones iniciales apuntaban que a fin de año la negociación sobre la fusión de Caja España y Caja Duero estaría ultimada y lista para recibir el visto bueno oficial e iniciar el trámite en los órganos de gobierno de ambas entidades, la realidad sigue enredada en conversaciones y, visto lo visto la última semana, con más desencuentros que puntos en común. Las comisiones delegadas por los consejos de administración de las dos principales cajas de la comunidad vuelven a reunirse hoy, esta vez en Tordesillas, para intentar un acercamiento de posturas en el reparto de sedes y el diseño del futuro organigrama de la caja unida. Hace una semana el encuentro en Madrid concluyó que las posturas estaban más que distantes: al margen de las divergencias sobre quiénes deben ocupar provisionalmente los distintos puestos de mando, las cajas no pudieron sacar adelante ningún acuerdo sobre el reparto de sedes.
Tras la celebración el pasado día 17 de sus respectivos consejos de administración, las posturas de las dos entidades parecen haber variado poco. Caja España es «firme partidaria de culminar con éxito el proceso de fusión», pero «salvaguardando siempre el interés de la propia entidad». Caja Duero mantiene que cualquier acuerdo respete su «posición de liderazgo en el sistema financiero regional», de forma que Salamanca «albergue la sede operativa de la nueva entidad, acogiendo los servicios centrales fundamentales para el desarrollo del negocio». Es decir, Caja Duero insiste en que el grueso de los órganos de decisión (desde luego los que considera clave) se centralicen en Salamanca, dejando para León funciones más de «representación».
Mientras los consejeros de ambas cajas intentan acercar posturas en Valladolid, en la sede de la Asociación de Cajas de Ahorro para Relaciones Laborales los responsables sindicales y de recursos humanos mantendrán su primer encuentro realmente negociador, que deberá avanzar en las condiciones del Protocolo Laboral y la reducción de plantilla de la nueva entidad fusionada. Los sindicatos aplazaron su primer encuentro, previsto para la semana pasada, a la espera de conocer cuál iba a ser el reparto de sedes y el futuro organigrama, para «negociar sobre algo concreto». Ahora inician el proceso sin conocer cómo quedará ese reparto. Eso sí, confían en que por fin se pongan sobre la mesa los informes de KPMG sobre el futuro de la caja unida, que aún no se les han presentado.
A cuatro días del fin de año, parece poco probable que los acuerdos se presenten al Banco de España en el plazo comprometido. Los negociadores reclaman ahora llevar a cabo las conversaciones sin la presión de las fechas.
Diario de León