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Caja Duero retoma la fusión tras las presiones directas de la Junta
Acuerdo antes del 7 de enero. El Gobierno regional y el Banco de España instan a olvidar las divergencias y alcanzar un pacto rápido para pedir las ay
El consejo de administración de Caja Duero decidió ayer por unanimidad continuar con el proceso de fusión con Caja España, tras el suspense que había despertado el desencuentro del pasado lunes, cuando por segunda vez en un breve intervalo de tiempo, las posturas defendidas por las comisiones de cada entidad volvieron a situarse en las antípodas unas de otras.
El consejo de administración de Caja Duero decidió ayer por unanimidad continuar con el proceso de fusión con Caja España, tras el suspense que había despertado el desencuentro del pasado lunes, cuando por segunda vez en un breve intervalo de tiempo, las posturas defendidas por las comisiones de cada entidad volvieron a situarse en las antípodas unas de otras.
El consenso de los miembros del máximo órgano de gobierno de la entidad salmantina estuvo propiciado por la presión ejercida desde la Junta de Castilla y León y la conocida del Banco de España (tras la reunión celebrada el martes pasado) para que unan sus estructuras financieras con diligencia, dejando en un segundo plano las divergencias esgrimidas sobre el reparto de poder y la estructura del organigrama.
De esta manera, el regulador bancario irrumpe en el proceso negociador para fijar el 7 de enero como el día límite para ofrecer una solución a la petición de las ayudas económicas, fecha en la que está prevista la reunión de la Comisión Ejecutiva del Banco de España.
Ese día deberán disponer del visto bueno a la solicitud de préstamos del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancario (FROB), que asciende a 562 millones de euros. La alteración de los planes previstos podría acarrear consecuencias, hasta el punto de que ambas entidades de crédito se sometan a una inspección.
Para madurar el proceso de manera definitiva, la comisión mixta (Julio Fermoso, Lucas Hernández, Isaías García Monge, Fernando Rodríguez, Enrique Clemente y Carlos Martínez, por parte de Caja Duero, y Santos Llamas, Javier Ajenjo, Francisco Fernández e Isabel Carrasco, representando a Caja España), se reunirá el domingo o el lunes para alcanzar, ante el imperativo, un acuerdo al tercer intento, mientras que el consejo de administración de Caja Duero tiene previsto mantener un encuentro de carácter extraordinario antes del día de Reyes.
El desencuentro subyace en el concepto que ambas entidades tienen para organizar la estructura de la futura entidad. Desde Caja España apuestan por una decisión salomónica en el reparto de poder, de tal manera que encuentra coherente y equilibrado que ambas capitales se repartan las áreas estratégicas, como los servicios centrales. Mientras, Caja Duero defiende el núcleo, cuanto menos atomizado, mejor, para garantizar el éxito de la fórmula de fusión escogida para articular la unión de las estructuras financieras de las dos principales cajas de ahorro de la Comunidad, tras la renuncia de Caja de Burgos.
Caja Duero siempre ha defendido la sede ejecutiva por encima de cualquier otro área, concediendo a León la sede social, que conlleva la Presidencia, tal y como estaba pactado en la negociación frustada entre las tres entidades de crédito, mientras que la Dirección General también sería un pilar fundamental para la caja salmantina.
Mientras, Caja España plantea la existencia de una sede social, una ejecutiva nominal y dos sedes operativas.
Tribuna de Salamanca