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Los sindicatos trabajan en un propuesta común frente a un protocolo laboral «inasumible»
Los sindicatos representados en Caja Duero y Caja España trabajan ya para conseguir una posición común con vistas a la reunión que se celebrará el próximo lunes y que tendrá como escenario el Parador de Tordesillas, el mismo lugar en el que se fraguó hace unos días el acuerdo para el reparto de sedes de ambas entidades.
Los sindicatos representados en Caja Duero y Caja España trabajan ya para conseguir una posición común con vistas a la reunión que se celebrará el próximo lunes y que tendrá como escenario el Parador de Tordesillas, el mismo lugar en el que se fraguó hace unos días el acuerdo para el reparto de sedes de ambas entidades.
Aunque exista este buen precedente, el responsable de Ahorro de UGT, Antonio Muñoz, y el secretario regional de la Federación de Banca y Afines de CCOO, Jesús Olivar, expresaron ayer su pesimismo respecto a la posibilidad de que el encuentro tenga un final feliz. Como muestra de que es más lo que «nos une que lo que nos separa -CC.OO. tiene una plataforma con Csica y UEA y UGT va por otro lado-», ambos dirigentes se han puesto ya en contacto telefónico para tratar de «limar» las diferencias que han aparecido durante el proceso. En lo que coinciden plenamente es en considerar «inasumible al cien por cien» la propuesta de la empresa -las dos Cajas- que trasladaron a viva voz en el encuentro del pasado día 28 y que ambos recibieron finalmente ayer al mediodía -«a sólo tres días de la cita», se lamentaban-.
Los dos responsables sindicales creen que la posibilidad de que el protocolo laboral quede cerrado ese mismo lunes «sólo es posible si demuestran una generosidad que hasta ahora no se ha visto por ningún lado».
Falta de información
El contenido de los cinco folios remitidos a las cuatro organizaciones no satisfacen sus aspiraciones. A nivel general, concluyen que los postulados de la patronal «rebajan las condiciones de los trabajadores de ambas Cajas». También critican a la empresa la falta «y la ocultación» de información sobre «los criterios» con los que han decidido que el excedente es de 846 empleados y que el cierre de oficinas previsto sea de 253. «Mientras no nos pongan encima de la mesa los por qués, es imposible acordar nada; no podemos funcionar con actos de fe», destaca Olivar.
Sobre aspectos más concretos, el dirigente de CC.OO asegura que «nunca» van a aceptar prejubilaciones con una cobertura inferior al 90 por ciento, cuando la propuesta de las Cajas es del 75 por ciento. «Tienen que ser además voluntarias y decididas por los trabajadores», sostiene Olivar. En este misma línea, Muñoz va incluso más allá al rechazar que los posibles prejubilados sean trabajadores que hayan cumplidos los 55 años a 31 de diciembre de 2009 e insiste en que cualquier empleado que cumpla esta edad durante los primeros cinco años de la fusión puedan «acceder a ella» para que, además, «el recorte de trabajadores sea más gradual».
En cuanto a la posibilidad de bajas incentividas, Olivar reconoce que «puede haber alguien que le interesa dejar de trabajar en la Caja», por lo que se podría «admitir» un porcentaje «mínimo» de casos, «pero no con una indemnización de 45 días, porque ese ya es un derecho que viene recogido por Ley».
J. M. AYALA |VALLADOLID
ABC