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La eliminación de los blisters supone un entorpecimiento de la labor diaria de las oficinas.
Entre la multitud de circulares y comunicaciones de la BBK impulsando nuevas iniciativas y formas de hacer negocio se ha colado un correo del 15 de Febrero con una propuesta que bien podría hacer merecedora a nuestra empresa un año más del galardón Euro de Oro Entidad Financiera 2010. El citado correo se titula: ELIMINACIÓN DE BLISTERS Y SUSTITUCIÓN POR BOLSAS DE PLÁSTICO.
En el esfuerzo titánico de nuestros dirigentes por continuar destacando en eficacia, compromiso y alta responsabilidad como destaca el premio- a algún iluminado de nuestros responsables se le ha ocurrido que con la eliminación de los blisters se da un paso adelante.
Esta situación que para muchas personas ajenas totalmente al mundo del ventanillo podría entenderse como una anécdota, encierra otras consideraciones bastante más preocupantes, y que se deben atajar no sea que constituyan sólo el inicio de una serie de brillantes medidas, por parte de la cabeza pensante que lo ha alumbrado y que continúa suelta. Cada uno ya puede ir imaginándose la próxima.
En el fondo subyace un desconocimiento total de la actividad diaria de una oficina, no es que no sepan qué se hace en un ventanillo, es todavía peor, tienen una idea completamente falsa e irreal.
Así todo, como siempre hay que ser bien pensado, hagamos un esfuerzo por tratar de entender qué pretende la BBK con esta absurda medida: ¿reducción de costes ante el elevado dispendio que supone un blister?, ¿mejorar la productividad del ventanillo dedicándose cada mañana 2 horas a contar las monedas que nos colocan en cada bolsa sin hacer otra cosa?. ¿dar un uso a todos esos guantes de latex que se nos enviaron para la supuesta gripe A?, ¿mejorar el pulso de los empleados calibrando el peso de cada bolsa en busca del fraude?.
Señor responsable de la eliminación de los blisters: estamos en 2010, el mundo avanza, no volvamos a métodos de hace 15 años. Ya sabemos que usted no ha contado monedas en su vida, pero, no obstante, si no le parecen bastantes argumentos los expuestos, le recomendamos que acuda este próximo lunes a cualquier oficina de la red, y así podrá deleitarse contando las monedas perfumadas que la pescadera de en frente nos trae cada semana. Igual así recapacita y para la próxima se lo piensa dos veces. Por cierto, rectificar es de sabios, ¿a qué espera?.
