Archivado en Comunicados
CCOO emplazamos al Gobierno a retirar su propuesta de retrasar la jubilación
En defensa del sistema público de pensiones
Decenas de miles de trabajadores y trabajadoras se han manifestado en todo el país, convocados por CCOO y UGT, para rechazar la intención del Gobierno de imponer por ley el retraso de la edad legal de jubilación. Con las manifestaciones, los sindicatos han dejado claras sus intenciones: si el Gobierno insiste en avanzar por ese camino se encontrará con la creciente oposición del movimiento sindical.
Después del contundente rechazo que decenas de miles de personas han dado al retraso de la jubilación a los 67 años, el Gobierno debe rectificar y abrir una negociación que permita abordar los retos del sistema público de pensiones.
SECRETARIO GENERAL DE CCOO
Ignacio Fernández Toxo:
VAMOS A DEFENDER HASTA DONDE SEA NECESARIO EL FUTURO DE LOS TRABAJADORES
No es de recibo que un Gobierno que se reclama de izquierdas impulse una reforma de las pensiones tan innecesaria e irresponsable.
El retraso de la edad de jubilación a los 67 años es un ataque a derechos consolidados de los trabajadores.
Con las pensiones de millones de personas no se juega, y así se lo hemos dicho al Gobierno en las multitudinrias manifestaciones celebradas en todo el país. El Gobierno debe retirar su propuesta y demostrar que está con la inmensa mayoría de la población. Que rectifique cuanto antes, y no espere a pasado mañana, porque los sindicatos seguiremos defendiendo hasta donde sea necesario el futuro de los trabajadores.
En todas las capitales de provincia y otras ciudades importantes del país se han celebrado manifestaciones contra el retraso de la edad legal de jubilación a los 67 años. Unas manifestaciones que han estado precedidas de asambleas de delegados y delegadas y de una amplia y sostenida información en los centros de trabajo, para difundir la posición de CCOO ante el futuro de las pensiones. Este es un proceso de información y movilización que seguirá en las próximas semanas y que debe marcar la pauta de la propuesta sindical y reivindicativa.
El debate abierto en torno al futuro de las pensiones no ha hecho más que empezar. Grupos de expertos y servicios de estudios de las entidades financieras no han dudado en sumarse al mismo, respaldando la iniciativa del Gobierno y apuntando nuevas reformas, todas ellas encaminadas a recortar los derechos de los futuros pensionistas. A estos grupos poco les importa la investigación de vías orientadas a mejorar la estructura de ingresos de la Seguridad Social para garantizar la viabilidad del sistema público.
Ellos están en otra guerra. Necesitan generar incertidumbre ahora en torno a las pensiones para ir abriendo paso mañana a los sistemas de capitalización privados.
No se trata de reforzar la pensión pública (digna y acorde a los derechos generados por el trabajador o trabajadora) con una ayuda complementaria obtenida con el ahorro voluntario de las personas. Lo que pretenden los llamados expertos es reducir al máximo la cuantía de la pensión pública para convertir en inevitable (si es que se puede) el plan privado, no como parte complementaria de la pensión sino como parte básica y decisiva de la prestación que una persona deberá percibir una vez finalizada su vida laboral activa.
De esta forma, el negocio para las entidades financieras estará servido. Los estudios de los sabios habrán cumplido su papel. Y los trabajadores y trabajadoras ya no harán depender su pensión de las cotizaciones sociales, sino de la capacidad que tenga cada uno para invertir en planes privados de capitalización.
El Gobierno, que sabe por donde van los tiros, tiene que elegir: o sigue apostando por el consenso social y político en las reformas que necesita el sistema público como se ha venido haciendo desde 1995 con el Pacto de Toledo, o cede a las tentaciones que, con mayor o menor descaro, le trasladarán distintos mensajeros del liberalismo político y del capitalismo financiero.
CCOO lo ha repetido hasta la saciedad.
Pero si se trata de garantizar los derechos de los trabajadores (presentes y futuros) recurriremos a la terquedad para defender el sistema público de pensiones.
Sabemos que necesita reformas y que a nadie como a las personas que vivimos de un salario le importa la salud financiera del sistema.
Por eso trabajaremos para preservarla en el futuro.
Las decenas de miles de personas que, convocadas por CCOO y UGT, se han manifestado entre el 23 de febrero y el 6 de marzo en las principales ciudades del país saben lo que quieren. Y lo que no. Estamos dispuestos a participar en la negociación sobre las reformas que necesita el sistema público de pensiones.on consenso, en el Parlamento y en la mesa de diálogo social. Pero empezamos a estar hartos de tanto sabio de Libro Blanco que, con prestaciones más que generosas para cuando dejen la vida activa, se permiten recetar para el común de los mortales todo tipo de sacrificios y limitaciones.
En este caso, que nadie lo dude, nos tendrán enfrente a CCOO.
ooo El Gobierno tiene que elegir: o sigue apostando por el consenso social y político o cede a las tentaciones del liberalismo político y del capitalismo financiero.