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Una Caja
Opinión
FELICITACIÓN a las partes actoras en el intrincado proceso. Negociar exige tiempo, serenidad y pericia, pero la buena negociación se define por sus resultados objetivos de alcance general, más allá de los de parte, legítimos, pero secundarios. Helos aquí. Salamanca olvidaba que Caja Duero no es suya y a León le ha pasado lo mismo.
FELICITACIÓN a las partes actoras en el intrincado proceso. Negociar exige tiempo, serenidad y pericia, pero la buena negociación se define por sus resultados objetivos de alcance general, más allá de los de parte, legítimos, pero secundarios. Helos aquí. Salamanca olvidaba que Caja Duero no es suya y a León le ha pasado lo mismo. También el alcalde de Valladolid ignoró algunas cosas y metió cizaña innecesaria. Soria se hizo notar poco. Igual ha sido mejor. Pero, por fin, historia ya las duras presiones, el resultado es el que es y Castilla y León puede ser la primera comunidad autónoma en haber llegado a la fusión efectiva y alcanzar una de las siete primeras cajas por volumen, con activos cercanos a los 50.000 millones de euros. Por otra parte, se ha iniciado otra partida, que deberá continuar con una solución para Ávila y Segovia, bien sea el camino que emprendió (desligada de Duero y España) Caja Burgos con la nueva marca de Banca Cívica, junto a Navarra y Canarias, bien con otras salidas, incluida la de retomar el proyecto que ahora han culminado las dos principales de la región, pues la mirada a Madrid parece descartada. Aun a pesar de la presión del Banco de España, que ha sido la necesaria y el jueves aprobó la fusión de las dos cajas, ésta es un triunfo objetivo en sí misma para Castilla y León como comunidad autónoma, que contribuirá a la cohesión territorial. Faltan pasos, algunos duros, como el del reparto del poder o el de los objetivos sindicales, pero son superables y serán superados. El decisivo, en abril, cuando las respectivas asambleas generales tengan la palabra. Por ahora, decir que el proceso de fusión no tenía alternativa, dada una crisis que se prolongará al futuro y sobre todo por la propia situación de las dos cajas. El sí de Caja España fue claro, el de Caja Duero, matizado, pero mi opinión personal es que se debe, más que a nada, a estrategias domésticas y a personalismos rancios. Con su voto negativo, los sindicatos guardan un arma para presionar en las negociaciones inmediatas del pacto laboral. ¿O quedan sorpresas? En un mes, hay que satisfacer a los empleados y poner caras al organigrama, aunque el lunes se dio un paso decisorio en el nombre de Lucas Hernández. Aun siguiendo la batalla, Castilla y León reduce seis cajas a cinco en un periodo de crisis profunda, la nueva se situará entre las más importantes y el próximo 1 de julio debería estar operativa a todos los niveles. El panorama se aclara. ¿O quedan sorpresas? MAFO advierte.
Silvano Andrés de la morena
Heraldo de Soria