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Caja Duero y España se dan hasta el 31 de mayo para cerrar el proceso de fusión
La fusión de las cajas de Castilla León, Caja y Duero y Caja España, afronta su fase definitiva. Las duras negociaciones para sacar adelante el acuerd
Caja Duero y Caja España han acordado que su anunciado proceso de fusión debe estar terminado no más allá del día 31 del mes próximo, cuando como fecha tope las asambleas generales de ambas cajas deberán dar el visto bueno definitivo a los términos definitivos de la integración. Pero antes tendrá que gestar el espinoso acuerdo laboral.
Caja Duero y Caja España han acordado que su anunciado proceso de fusión debe estar terminado no más allá del día 31 del mes próximo, cuando como fecha tope las asambleas generales de ambas cajas deberán dar el visto bueno definitivo a los términos definitivos de la integración. Pero antes tendrá que gestar el espinoso acuerdo laboral.
Las negociaciones están siendo muy duras para salvar el último gran escollo de una operación que ha pasado por todo tipo de vicisitudes. Tras una primera negociación sin éxito, antes de Semana Santa, las partes han retomado las conversaciones, aunque, de momento, las espadas siguen en todo lo alto.
Tanto, que el sindicato UGT el mayoritario en las entidades- decidió la semana pasada no firmar el acuerdo al que sí han accedido el resto de las centrales con representación en ambas cajas. El acuerdo laboral incluye pactos sobre prejubilaciones, homologación de puestos de trabajo y movilidad geográfica. El plan de negocio asociado a la fusión contempla la desaparición de casi 850 puestos de trabajo y el cierre de 254 oficinas.
Los plazos de la operación están muy ajustados, ya que el diseño definitivo de la operación debe recibir el visto bueno de Bruselas para que la entidad resultante pueda recibir los 525 millones de euros que ha solicitado al FROB. Por lo tanto, el calendario aprieta ya que el 30 de junio vence el fondo de reestructuración.
El acuerdo laboral es el último eslabón de una larga cadena cuya confección ha sido muy laboriosa. El proceso ha pasado por todo tipo de vicisitudes, desde la entrada y salida de Caja Burgos, después de una larga disputa por el reparto de poder en la entidad, hasta una fuerte respuesta popular contra la fusión, que aún se mantiene.
La fusión de las dos mayores cajas de ahorro de Castrilla y León sí tiene totalmente cerrado el organigrama directivo. El acuerdo es total y supone que el actual director general de Caja Duero, Lucas Hernández, se pone al frente de la nueva caja.
Enrique Utrera
La Información