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El fruto de la fusión de Caja Duero y Caja España verá la luz el 14 de julio
Herrera llama a los órganos de gobierno de las entidades de la región a cumplir con una «obligación inaplazable»
La entidad resultante de la fusión entre Caja Duero y Caja España será una realidad jurídica el 14 de julio, fecha prevista para el otorgamiento de la Escritura Pública de Fusión, si se continúa con el proceso tras su aprobación definitiva el 5 de junio en las asambleas generales.
La entidad resultante de la fusión entre Caja Duero y Caja España será una realidad jurídica el 14 de julio, fecha prevista para el otorgamiento de la Escritura Pública de Fusión, si se continúa con el proceso tras su aprobación definitiva el 5 de junio en las asambleas generales. El director general de Caja Duero y futuro director general de la entidad resultante de la fusión con Caja España, Lucas Hernández, aseguró ayer en Salamanca que el resultado positivo de este proceso está garantizado gracias al análisis de «un plan de viabilidad prudente, conservador» y basado en «hipótesis contrastadas» con el beneplácito del propio Banco de España. Un plan que, según Hernández, permite aseverar que la entidad resultante será «más rentable, más eficiente pero sobre todo más solvente» que la suma de las dos cajas actuales.
«Todo esto es lo que me permite trasladar a toda la organización mi total confianza en el proyecto y pedirles también su confianza», señaló Hernández a falta de dos semanas para la asamblea general que tendrá que decidir finalmente el voto positivo a la fusión de las dos cajas.
Según las estimaciones, de los 45 millones de euros de beneficios del 2009 y los previstos 47 millones en el 2010, la 'supercaja' saltaría a 142 millones en el 2012 y a más de 365 millones en el 2015, gracias a una política de negocio basada en las operaciones de bajo riesgo, la reducción de la participación en la construcción, la potenciación del negocio hacia pymes y el desarrollo de un modelo de banca universal y personal.
Acerca de los primeros años de la nueva entidad, el futuro responsable de la caja destacó que el crecimiento «será mas reducido», tanto por la reestructuraron de plantillas como por los gastos que conllevarán las distintas medidas. De hecho, los 525 millones del FROB están destinados a recapitalizar la entidad y para el saneamiento de los activos dudosos. Hernández confesó estar «convencido» de que las previsiones son tan conservadoras, que a pesar de las dificultades lograrán desvincularse del FROB en un periodo más corto que el previsto, es decir, antes del 2015.
Sobre el «redimensionamiento y racionalización» de la caja fusionada, Hernández confirmó que finalmente serán 253 las oficinas clausuradas, de las que 116 son de Caja Duero y 137 de Caja España. Sin embargo, el director general incidió en que en el caso de Caja Duero la cifra de cierre de oficinas hubiera sido mayor, 133, si la caja hubiera continuado en solitario. En cualquier caso, la caja resultante tendrá 849 oficinas. De ellas, 498 estarán en Castilla y León, 121 en Madrid y 60 en Extremadura, tres espacios en los que Hernández destacó la «vocación firme de presencia» de la futura entidad.
Plan laboral
Sobre el plan laboral, Lucas Hernández subrayó que toda las medidas que se van a poner sobre la mesa serán con «carácter voluntario», a través de prejubilaciones, bajas incentivadas y reducciones de jornadas y que alcanzará a más de 800 empleados. «Ninguna medida será traumática y solo los que accedan a la prejubilación, voluntariamente, o los que pidan acogerse a bajas incentivadas abandonarán la plantilla», resaltó Hernández, quien incidió asimismo en la homogeneización de condiciones de las plantillas de las dos cajas y en el establecimiento de un salario mínimo garantizado equivalente a 24 pagas del nivel salarial de convenio.
El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, hizo ayer un llamamiento a los órganos de gobierno de las cajas de ahorros de la Comunidad, para que cumplan con su «obligación inaplazable» de culminar con éxito el proceso de reestructuración del sistema financiero para que cuanto antes vuelvan a ponerse al servicio de sus funciones con la sociedad. Por ello, les reclamó que en las próximas semanas consoliden sus trabajos previos y den los pasos previstos para que se pongan al servicio de sus funciones. «No podemos estar embarullados, el proceso debe terminar para que vuelvan a cumplir sus funciones indelegables», subrayó.
FRANCISCO GÓMEZ | SALAMANCA.
Norte de Castilla