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Basta de presiones
Jornada Laboral
Los profesionales de Caja Inmaculada sabemos cuando, por circunstancias puntuales y excepcionales, debemos prolongar nuestra jornada laboral, sin necesidad de amenazas ni presiones.
Es desconcertante la presión que algunos profesionales de Caja Inmaculada están recibiendo, eso sí verbalmente, para que prolonguen su jornada varias tardes a la semana, vinculando parte de su retribución al cumplimiento de esa premisa.
En el panorama actual esta forma de actuar por parte de algunos directivos, no es el mejor argumento motivador de la plantilla.
Los profesionales de Caja Inmaculada sabemos cuando, por circunstancias puntuales y excepcionales, debemos prolongar nuestra jornada laboral, sin necesidad de amenazas ni presiones.
Eso sí, cuando la situación se prolonga en el tiempo, es responsabilidad de la organización solucionarlo, no de los trabajadores. Si no existe una correcta dotación de plantilla y/o la organización es deficiente, el problema no ha de recaer únicamente sobre las personas trabajadoras. Se tiene que analizar la situación y poner los medios adecuados.
Resulta desconcertante e incoherente que la Caja no reorganice adecuadamente y dote de medios suficientes aquellos centros cuyas necesidades se han incrementado exponencialmente por la situación actual, máxime cuando parece que existe personal disponible debido a la integración de oficinas.
Cuando más necesitamos la unidad y el compromiso y cuando más se está demostrando, por parte de la plantilla, nuestra firme voluntad de luchar por nuestra Caja, la actuación de algunos directivos parece ir más encaminada a mantener su estatus, que a contribuir al objetivo general, la viabilidad de Caja Inmaculada.