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CCOO Asepeyo
A PAN DURO, DIENTE AGUDO
La concentración de protesta contra el recorte salarial en las mutuas, vivida en primera persona.
Desde que se anunció la concentración de trabajadores, contra la decisión del Ministerio de bajar el 5% de los salarios a los empleados de las mutuas, tenía claro que debía sumarme a la misma para mostrar mi rechazo y disconformidad, puesto que bajo mi criterio, la aplicación de las peores condiciones a trabajadores por cuenta ajena me parecía más propia de la burlona Ley de Murphy que de la aplicación de la legislación vigente, que debiera dotarnos de meridiana estabilidad.
No obstante, he vuelto a encontrarme con compañeros con esa actitud pesimista, resignada y encogida ante el devenir de los acontecimientos, que se contagia como la peste y que invita al inmovilismo sistemático, combinado con el aquí me las den todas y el qué le vamos a hacer y aunque no parece que dicha actitud sea la más adecuada para nuestros intereses, es muy extensa por desgracia.
Aún así, yo no me resigno a protestar y a participar en todos los actos donde pueda aportar algo, por lo que el 22 de junio me puse al volante con dirección a Madrid para sumarme a la protesta de los trabajadores de las mutuas frente al Congreso de los Diputados. Tras conducir varias horas llegué a la capital sin saber muy bien cuanta gente encontraría a mi lado y cómo transcurriría todo el acto. Aparqué el coche y me dirigí hacia la Plaza de las Cortes y sobre las 17:00 de la tarde ya estaba allí. ¡Menos mal, no estaba solo! decenas de compañeros llegaban con pancartas y pegatinas que rezaban Mutuas, Ni Públicas Ni Privadas, Qué Somos. A las 17:30, tras los saludos de rigor, nos pusimos pancarta en mano a pitar y gritar protestas frente al Congreso durante por lo menos dos horas. Ya medio sordos y afónicos de tanta algarabía, los encargados del acto anunciaron que acababan de presentar cerca de 6.000 cartas de protesta de trabajadores de mutuas en el Congreso de los Diputados y que el defensor del pueblo había admitido a trámite el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el sindicato, con la consiguiente subida de tono de los más de 200 asistentes.
Una vez finalizada la concentración, tocó retirada con el mal sabor de boca de que habían muchos medios de comunicación y muy pocos se hicieron eco de la protesta, aunque con la compensación y certeza de que quién debía conocer que los trabajadores de las mutuas no estamos conformes con el Decretazo, ya tiene constancia de ello.
Ya en casa, cansado tras el viaje de vuelta, tengo la satisfacción de haber aportado mi granito de arena a una medida con la que no estoy en absoluto de acuerdo, y con la esperanza de que esos compañeros que dan lecciones orales de lo que se debe o no se debe hacer sin mover un solo dedo, se sumen a las futuras protestas, puesto que corren tiempos de inestabilidad en el sector de las mutuas y es necesaria la colaboración de todos, ya que la pasividad da más fuerza y argumentos a las instituciones que tienen el poder de modificar nuestros derechos.
Fdo. B. J. A. C.