Los dos grandes partidos de Castilla y León, PP y PSOE, buscan un candidato que guste a todos o, al menos, a la mayoría, para presidir la entidad financiera que surja de la fusión de Caja Duero y Caja España. Las dificultades para que un nombre no provoque el rechazo de la otra parte se han convertido en las protagonistas de una nueva fase de un proceso de fusión en el que la Junta, que tomó el acuerdo el jueves pasado, aún no ha informado oficialmente de su autorización a la unión a las cajas, indicaron ayer desde Caja España.

El consejero de Economía, Tomás Villanueva y el secretario de Organización del PSOE, Pedro José Muñoz desgranan nombres sin que hayan cerrado una terna de candidatos, dado que además del presidente, deberán elegirse dos vicepresidentes para la caja cuyo consejo de administración constituyente no se reunirá esta semana.

Consejero de mayor edad

La reunión del lunes entre el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera y el secretario autonómico socialista, Óscar López, intentó aclarar el proceso a seguir. López y Herrera se reunieron de nuevo ayer con asistencia de Villanueva y Muñoz. En esta ocasión sí se apuntó que si en un plazo prudente no hay nombres para el consenso, la comisión de integración formada entre las dos cajas convocará la sesión constituyente del consejo de administración y que, tal como determina la normativa, será el consejero de mayor edad quien lo presida. Si el orden del día no incluye el nombramiento de presidente, o si se decide posponerlo, la presidencia recaería de forma interina en ese consejero veterano, el ex rector de la Universidad Pontificia de Salamanca, el religioso Gerardo Pastor, quien forma parte del consejo de administración de Caja Duero. Los dos vicepresidente de Caja España, la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, del PP y el alcalde de la capital leonesa, el socialista Francisco Fernández, presentes en el encuentro de Herrera y López coincidieron en su negativa a que un consejero de Caja Duero presida la caja unificada, ni siquiera de forma interina. «Eso rompe el Pacto de Tordesillas», recordaron otros dos integrantes del consejo de administración de Caja España. En aquel acuerdo, adoptado a comienzos de año en la localidad vallisoletana, se estableció que la dirección general la determinaba la entidad con sede en Salamanca y la presidencia, Caja España. Carrasco y Fernández, de partidos opuestos, coinciden en su exigencia: el elegido debe de ser de León.

Rebeldes

Populares y socialistas temen que la solución de acudir a un presidente interino genere rebeldías en las filas de ambas formaciones y que ni siquiera esa propuesta, de urgencia, transitoria y provisional, llegue a buen fin. Así que se analizan otras opciones. El PSOE desconvocó ayer una reunión de consejeros de las dos entidades de la línea «progresista». En ese encuentro, convocado antes de la primera reunión de Herrera y López, estaba prevista la designación de un nombre para proponer al consejo unificado. El elegido era el catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad de Valladolid Zenón Jiménez-Ridruejo, promovido desde la lista de impositores presentada por el PSOE, pero alejado de la actual dirección socialista. El PP se inclinaría por otro candidato, el concejal de Ponferrada Juan Elicio Fierro Vidal, quien para cumplir las exigencias de la ley debería dimitir como edil.

En la jornada de ayer regresó a los pasillos el nombre del ex consejero del gobierno autonómico que presidió José María Aznar, Fernando Bécker, ahora alto directivo de Iberdrola. El nombre de Bécker ya fue sugerido en 2009 y después, en febrero de 2010. El PSOE considera que, pese a su actividad privada, Bécker está muy vinculado al PP.

Caja Duero, que ha urgido a Caja España para convocar el consejo unificado constituyente, reúne hoy su consejo de administración. Caja España reunirá mañana a sus consejero después de que su presidente, Santos Llamas, renunciara el martes a presidir la nueva caja.

JULIO G. CALZADA | VALLADOLID.