La comisión mixta encargada de resolver el proceso de
fusión entre Caja Duero y Caja España se reúne mañana por la tarde, con
el objetivo de cerrar el proceso y que en unos días pueda procederse a
la firma ante notario del protocolo de unión de ambas entidades de
ahorro en una única caja, la mayor por cifra de activos de la comunidad
autónoma de Castilla y León. La integración del negocio de las dos cajas
sufre demoras desde que los consejos de administración y las asambleas
de ambas entidades aprobaran la fusión, a comienzos del mes de julio. La
autorización para la unión ha sido otorgada por la Junta de Castilla y
León a comienzos de septiembre, pero las diferencias entre los partidos
políticos sobre quién debe presidir la caja fusionada han impedido hasta
el momento la puesta en marcha de una unión que el Banco de España
señaló en su día como ejemplo del camino que debían iniciar otras firmas
de este mismo sector financiero.
Ambas cajas lamentan el retraso que sufre una iniciativa
para la que se había calculado mayor rapidez y temen que las
dificultades detectadas entre las formaciones políticas para alcanzar un
acuerdo sobre la futura presidencia de la entidad perjudiquen al
negocio, ya que pueden crear inquietud entre los clientes.
Generar confianza
Los directivos al frente de la iniciativa pretenden
precisamente eliminar esa inquietud y, por ese motivo, esperan que se
agilice la toma de decisiones sobre quiénes serán los cargos
responsables de la representación pública de la entidad. Por ese motivo
se reúne mañana la comisión mixta coordinadora de la fusión con el
mandato de concluir el procedimiento y, al tiempo, iniciar la fase de
constitución formal del nuevo grupo financiero de la comunidad.
El orden del día de la comisión no había trascendido
ayer, al menos según las fuentes consultadas que indicaron que todavía
se esperaba la posible toma de acuerdos por parte del Partido Popular y
el PSOE, las fuerzas políticas con mayor representación en ambos
consejos de administración. El consejo conjunto que se ocupará del
gobierno de la entidad unificada carecía ayer de una fecha de
constitución y fuentes relacionadas con ambas cajas calculaban que
podrían convocarse para la semana próxima. Esta semana, entienden,
«resultaría muy precipitado»
Orden del día
La comisión, aún sin orden del día, sí que pretende
impulsar la fase final de la integración de los dos negocios y, sobre
todo, mostrar ante el público que la situación de las dos cajas, su
intención de integración y su capacidad de negocio poco o nada tiene que
ver con el parón que ahora sufre la formación de su nuevo órgano de
gobierno. El parón, afirman desde ambas cajas, tiene más un sentido
político que ejecutivo o de gobierno, y será en el ámbito político donde
deba resolverse, antes que en el de la administración diaria.
La comisión coordinadora determinará previsiblemente la
fecha en la que los dos presidentes, Julio Fermoso, por Caja España, y
Santos Llamas, por Caja Duero, firmarán ante notario la fusión. Será
después cuando se convoque por primera vez el consejo de administración
conjunto, formado por los 17 vocales del consejo de administración de la
caja con sede en Salamanca y el mismo número de integrantes por la caja
con sede en León.
El orden del día de ese consejo, cuya presidencia recaerá
en el vocal de mayor edad, el religioso Gerardo Pastor, debería elegir
en primer lugar al nuevo presidente. Tanto en Caja Duero como en Caja
España dan por echo que será un presidente interino propuesto desde Caja
España. La lista de candidatos la forman los vocales no afectados por
las incompatibilidades recogidas en el decreto ley recién aprobado por
la Junta de Castilla y León.
El despacho Garrigues, consultado por Caja España,
concluyó la semana pasada que no podrán ser nombrados como miembros de
la comisión ejecutiva, que se reuniría cada semana, los vocales del
consejo de administración de las dos cajas afectados por
incompatibilidades. Desde ambas cajas han sugerido durante la última
semana a la Junta una aclaración sobre este concepto para saber si
podrán o no nombrarse y, hasta que se tenga respuesta, este órgano
funcionará como comisión delegada del consejo de administración.
JULIO G. CALZADA | VALLADOLID.