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Locura de Sábados
CCOO BANESTO
La improvisación, la desorganización y el sinsentido como norma de actuación.
El banco sigue con su peculiar discurso de que la apertura de los sábados es imprescindible para el negocio, algo que la realidad, tozuda e inexorable, se encarga de desmentir cada semana.
Todas las entidades financieras del país han descartado su apertura alegando tanto razones económicas, como ahorro de costes e incremento de la eficiencia, así como sociológicas: la sociedad española ha cambiado sus usos y costumbres y entiende el fin de semana como tiempo de ocio. La alternativa de Banesto es la de incrementar la presión contra sus trabajadores los sábados, para justificar su política comercial errática y sin sentido.
La modificación de la jornada en Banesto se está plasmando en un cúmulo de despropósitos y sinsentidos, presididos por el desgobierno y la improvisación. Hemos presenciado perplejos cómo la primera parte de la modificación de la jornada, la apertura de los sábados, se ha materializado con una incompetencia mayúscula:
- Con una sucesión de interpretaciones del acuerdo que ha contribuido al desconcierto de trabajadores y clientes.
- Con una operativa en las oficinas que genera importantes dudas a nivel legal y que seguramente se materializará en reclamaciones y quejas de la clientela en el Banco de España.
- Con nuevas presiones por objetivos a través de acciones comerciales específicas (OpenDay) para los sábados, añadidas a las ya insoportables del resto de la semana, que tratan de compensar la inactividad de las oficinas y justificar una decisión errónea.
- Con la improvisación y la desorganización como bandera de actuación: sin carteles informativos de los horarios para los clientes, con continuas rectificaciones de la VARI-222 que desarrollaba la operativa de apertura, etc.
Y todavía no hemos terminado. El próximo 28 de octubre se abren por primera vez las oficinas por la tarde y nadie sabe nada de los aspectos operativos. A siete días de la apertura todavía no se ha publicado la normativa que lo desarrolle. Son tantas las dudas que nos hacen esperar otra vez el desconcierto y la desorganización en las sucursales.
El acuerdo define la jornada laboral y, como en todos los acuerdos laborales, no se entra a definir la apertura comercial, que es potestad única y exclusiva del Banco. Pero nos parece razonable que cuando han abordado el proceso negociador, que ha durado un año, tendrían que tener alguna mínima idea de la planificación comercial o de los criterios de atención a los clientes. Algo que aparece estratégico en otras entidades, en Banesto se deriva a la improvisación y a la desorganización.
Al día de hoy no se sabe cuándo, ni cómo ni con qué medios se van a abrir las cajas, ni las oficinas, ni cómo se va a informar a los clientes y, visto lo visto con la jornada de sábados, todo hace presagiar lo peor.
No vamos a permitir que un buen acuerdo que nos permite cerrar más de 1700 oficinas los sábados, con una importante rebaja en las horas trabajadas y con una regulación horaria que aporta seguridad jurídica a los trabajadores, se vea empañado por la incompetencia y falta de escrúpulos de un equipo directivo que, tres días después de su firma, ya lo ha vulnerado incumpliendo el tope máximo de trabajadores en la jornada de sábados.
Aunque cada vez pensamos que es más difícil y tenemos menos esperanzas, esperamos que por el bien de todos la sensatez y la tranquilidad se imponga en el día a día de nuestra empresa.
21 de octubre de 2010
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