Aunque es cierto que el Banco tiene potestad absoluta para determinar el horario comercial dentro de la jornada laboral, hasta 2 días antes de la apertura de la primera tarde todo indicaba que el trabajo a desarrollar iba a ser de puertas a dentro, ya que nuestro horario es muy difícil de entender por la clientela.
Al Banco ya le habíamos solicitado que durante las tardes no se abriese al público, como hacen otras entidades. Sorpresivamente, en la que parece una imparable huida hacia ningún sitio, el banco ha impuesto un horario de apertura de caja en las tardes que supone un nuevo paso de sinrazón y desmotivación contra los trabajadores.
No parece tener ninguna lógica que los días en que la jornada es más prolongada y en principio con puntas de trabajo más intensas, se reduzca el tiempo para realizar el cuadre de caja.
Tampoco parece tener mucho sentido común que si determinados procesos contables se deben cerrar a las 18 horas, como por ejemplo compensación, descuento, transferencias, etc. ampliemos en media hora la posibilidad de que los clientes realicen estas gestiones, dando una solución que solo supone empeorar el servicio, sin tener unos procedimientos operativos claros, situándonos al borde de la legalidad al hacer una lectura difícil de explicar de la normativa del Banco de España.
El horario rotatorio de la comida, con excepción de las oficinas de uno, faltaría más, supone otro claro ejemplo de obstaculización de la dinámica de trabajo en las sucursales. No tiene sentido forzar situaciones de riesgo por atracos y hurtos, cuando se puede cerrar una hora la oficina y toda la plantilla estar disponible al mismo tiempo.
Ante las dudas de carácter operativo suscitadas por la imposición de esta jornada, es conveniente hacer una lectura minuciosa de la normativa existente no solo de la VARI-223, sino también de las OPER afectadas por estas, poniendo especial atención a lo dispuesto en la 006 y 046. Además es conveniente enviar al Portal Soluciones las dudas y contradicciones que hayan surgido con objeto de que, ante cualquier reclamación de los clientes, se encuentre debidamente gestionada la solución.
¿Y ahora qué? Se puede reconocer la realidad y los errores e intentar racionalizar el día a día, ahí nos tendrán con ellos.
También nos podemos engañar a nosotros mismos y hacer como con los sábados, dejar operaciones sin marcar los jueves y viernes y marcarlas el sábado; no aporta negocio pero parece que es lo que quieren nuestros Directivos, ahí nos tendrán enfrente.
29 de Octubre de 2010