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Caja España-Duero corrige la tendencia y cierra el año con beneficios de 47 millones
Los cien primeros días de la entidad llevan a un balance positivo, con crecimiento en el negocio
Tras las recomendaciones ofrecidas por el Banco de España el pasado mes de diciembre para evitar la desconfianza sobre el sistema financiero español por parte de los mercados internacionales, la nueva Caja decidió hacer públicas sus cuentas y ofrecer las cifras del riesgo contraído con empresas promotoras e inmobiliarias, así como su cartera de hipotecas minoristas, la estructura de financiación y liquidez y los activos adjudicados y sus provisiones.
Satisfechos de tener los deberes al día y con una «trasparencia» en las cuentas, así se mostraron ayer el presidente de la nueva caja de Castilla y León, fruto de la fusión entre Caja España y Caja Duero, Evaristo del Canto, y el director general, Lucas Hernández, durante la presentación de un balance de los cien primeros días de vida como nueva entidad financiera. Tras las recomendaciones ofrecidas por el Banco de España el pasado mes de diciembre para evitar la desconfianza sobre el sistema financiero español por parte de los mercados internacionales, la nueva Caja decidió hacer públicas sus cuentas y ofrecer las cifras del riesgo contraído con empresas promotoras e inmobiliarias, así como su cartera de hipotecas minoristas, la estructura de financiación y liquidez y los activos adjudicados y sus provisiones. La nueva Caja cerró el año 2010 con un beneficio de 47 millones de euros, lo que aseguran «nos da una situación de solvencia holgada y cómoda» después de la fusión de ambas entidades. Hernández añadió que el beneficio «podría haber sido mayor» si los órganos directivos no se hubieran decantado por destinar parte del mismo al apartado de provisiones.
«La trasparencia es el principal antídoto para saber dónde se encuentra cada uno», afirmó el director general que junto al presidente quisieron informar de las fortalezas y debilidades con las que actualmente cuenta la Caja. Dentro de sus fortalezas señalan la capacidad de gestión para invertir la relación en los recursos ajenos «sin entrar en guerras porque no hemos gastado nuestra munición». A su vez destacaron que han empezado a controlar unas provisiones que les dan «tranquilidad», y «desde el punto de vista de estructura financiera estamos sumamente confortables y con niveles de solvencia elevados». Sin embargo admitieron que su única debilidad es la morosidad, «algo que ya estamos controlando». La entidad finalizó el pasado ejercicio con una tasa del 9,38 por ciento de morosidad, dato a 31 a diciembre y con una reducción de casi un punto con respecto al mes anterior, y 2.737 millones de activos dudosos.
FROB. Tras esta situación «holgada» del balance de la nueva Caja, el director general puntualizó que no tienen previsto recurrir de nuevo a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). En caso de necesitar liquidez la entidad está en proceso de tramitación de un folleto de emisión de deuda, avalado por el Estado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ya que cuenta con una capacidad de emisión de más de 1.200 millones de este tipo de títulos.
En la presentación de resultados también dieron a conocer la prueba de resistencia realizada por el Banco de España a la Caja durante el transcurso de las negociaciones de la integración de ambas entidades, lo que arrojó unos datos de 127 millones de euros de déficit antes de la fusión, «una cifra obtenida sobre un plan de negocio calculado sobre hipótesis muy conservadores pero no reales», sentenció Hernández, cifra que ha cambiado a 173 millones de beneficio tras la integración. Esta variación se sitúa en el impacto sobre los recursos propios Tier 1, ratio que mide la fortaleza de una entidad de crédito, ya que pasó de un 8,60 por ciento a datos de 31 de diciembre de 2009, al 9,8 por ciento de resultados a fin del pasado ejercicio, siendo este porcentaje «uno de los más altos de las entidades nacionales en este momento», sintetizó el director general.
Madrigal. Ambos responsables de la nueva entidad financiera afirmaron que «hoy por hoy no se contempla la desinversión» en el accionariado de empresas afines al accionariado de Madrigal.
Con respecto a la Obra Social,
aseguraron que el presupuesto tienen previsto aprobarlo antes del
próximo 15 de febrero, «ya que es un capítulo muy importante para
nuestra entidad», puntualizó Del Canto. Aunque ha reconocido que se
dichas cantidades destinadas a este fin estarán condicionadas por los
«complicados y difíciles tiempos» que vive el mercado económico actual y
por las normas marcadas por el FROB. Dichas ayudas para la Obra Social
se destinarán tanto a Castilla y León como al resto de España.
saray maestro | corresponsal valladolid