El vicepresidente segundo y consejero de Economía y
Empleo de la Junta, Tomás Villanueva, afirmó ayer que no le cabe ninguna
duda de que Caja España-Caja Duero alcanzará los niveles de
capitalización marcados por el Gobierno. «Confío en que Caja España-Caja
Duero alcance esos objetivos, no me cabe ninguna duda, porque la fusión
se está materializando con total normalidad, han hecho el ajuste
previsto y están mucho más avanzadas que otras fusiones de nuestro
país», dijo.
En este sentido, aseveró que la caja regional «va atener
opciones de capitalización privada, porque es una buena entidad» y
defendió que «no sólo va a encontrar posibilidades de capitalización en
Castilla y León sino que las va a encontrar también fuera». No obstante,
el responsable económico de la comunidad transmitió que en «pocos días,
de forma inmediata» se conocerá la «orientación de futuro» de la gran
caja de Castilla y León
El vicepresidente económico recordó que en estos momentos
Caja España-Caja Duero está trabajando para lograr esos objetivos,
porque «no le queda más remedio» ante al decreto que aprobó el Gobierno
el pasado viernes, que cambia «una vez más y de forma profunda» la forma
de afrontar la reestructuración del sistema financiero. «Esta última
etapa opta por una reestructuración para darle más solvencia a las
entidades por la vía de exigencias respecto a la capitalización o
recursos propios de las entidades, lo que afecta a todas», añadió. Al
respecto, denunció que «ha habido algo de desorientación a lo largo de
los tres últimos años» en el proceso de reestructuración pero todos
están sujetos a la regulación que el Estado como autoridad competente va
implementando. «Esperemos que esta fase sea la final y definitiva y
Castilla y León y España puedan contar con entidades financieras
solventes, eficientes y muy profesionalizadas», agregó.
Dinero público
Villanueva recordó que en Castilla y León se empezó a
hablar de la necesidad de una reestructuración en 2007, «con tiempo
suficiente», y entonces advirtieron de la necesidad de las cajas de
ganar en capitalización y solvencia, de resolver sus problemas de
dependencia sobre el sector inmobiliario y de impulsar su
profesionalización en unos mercados cada vez más competitivos, algo en
lo que la comunidad jugó un papel destacado con una regulación con
«avances decisivos» en esa materia. «De eso hablábamos en 2007 y ya ha
pasado una legislatura, cuatro años, y estamos todavía haciendo la
reestructuración de un sector con severas pérdidas financieras que ha
obligado a poner dineros públicos», criticó.