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"Dineros son calidad" y no mocos
Opinión/Cosas de Soria
ESTAMOS tan ocupados en la Junta de Castilla y León intentado hacer región que se nos están escapando los dineros, y estoy preocupado porque mi madre siempre nos ha dicho que la independencia, sin un plato de lentejas que echarte a la boca que la acompañe, es una palabra más para rellenar el diccionario. Y luego añadía: «como moco» y nosotros, sus hijos, nos partíamos de la risa. Góngora, que se expresaba mejor que mi madre, pero me hacía reír menos, lo resumió de otra forma y en verso: «Dineros son calidad/¡Verdad!».
ESTAMOS tan ocupados en la Junta de Castilla y León intentado hacer
región que se nos están escapando los dineros, y estoy preocupado porque
mi madre siempre nos ha dicho que la independencia, sin un plato de
lentejas que echarte a la boca que la acompañe, es una palabra más para
rellenar el diccionario. Y luego añadía: «como moco» y nosotros, sus
hijos, nos partíamos de la risa. Góngora, que se expresaba mejor que mi
madre, pero me hacía reír menos, lo resumió de otra forma y en verso:
«Dineros son calidad/¡Verdad!».
Ahora no me río cuando leo acerca de la debilidad de nuestra mayor caja
de ahorros, resultante de la fusión de Caja España-Caja Duero que iba a
ser el pasado verano «la octava caja de España», ahí es nada. Pues
resulta que la octava caja en potencia, creada a base de ahorrillos de
los paisanos de Castilla y León, busca desde hace semanas un socio que
la salve porque no tiene el 10% de un cosa que se llama core capital
(el peso del capital sobre los riesgos asumidos) que le exige el
Gobierno y el Banco de España. La octava caja sólo tiene un 8,2, a
decir de las crónicas.
Y resulta también que hasta hace dos días estábamos por Soria (y,
supongo, por otras provincias de esta región) sacando los colmillos por
dónde ponía o no su sede Caja España-Caja Duero y por dónde iba a poner
la Obra Social resultante la suya y a ver si ésta organizaba dos
exposiciones más en Salamanca o en León y hoy nos encontramos con que
Caja España-Caja Duero le ha puesto ojitos al Grupo Mare Nostrum (Caja
de Ahorros de Murcia, Caja General de Ahorros de Granada, Caixa
d´Estalvis del Penedés y Sa Nostra Caixa de Balears) y quiere darle su
sí quiero a un SIP con él.
Una amiga y yo no entendemos nada. Somos dos, pero aventuro a escribir
que nos podrían contar por miles. Y no digo millones porque con 2,5 que
somos en la región si descuento a niños y a centenarios no me salen más
que unos cuantos cientos de miles.
A lo que voy: que harto de escuchar a mi vicepresidente segundo y
consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, y a otros próceres del
Gobierno de Castilla y León darnos clases magistrales sobre cómo las
cajas del terruño han favorecido el desarrollo de esta tierra, en la que
operaba, y bla, bla, bla, pues me creí (¡qué osada es la ignorancia!)
que lo mejor es una caja castellano y leonesa,
con menos implicación de
los políticos a mi juicio, sí, pero entidades que hablen el castellano
de por aquí, como las de allá quieren (y sus gobiernos se lo curran,
incluso hasta el ridículo) hablar gallego o catalán.
Así, Villanueva proclamaba el 12 de febrero, antes de que el Gobierno
modificara las reglas de juego para las cajas, «que la Junta trabajará
para que la entidad [se refería a Caja España-Caja Duero] tenga
futuro, sea la gran caja de Castilla y León y mantenga su naturaleza
jurídica. Es decir, que conserve su identificación con la Comunidad y
acompañe a su economía«. Hablaba de Castilla y León y así lo recogía
la agencia Ical. La verdad es que tiene hasta suerte el consejero de
Economía porque no se habla de fusión, sino de un SIP, cosa ésta tipo
holding, que concede más autonomía que la fusión a secas, aunque no es
lo mismo que gozar de independencia para «acompañar» la economía
castellano y leonesa como Dios manda en esta España de las Autonomías en
la que nos toca bregar (es decir: que lo mío es mío y se queda donde yo
vivo)
En resumen: que a Villanueva le ha lucido poco el pelo antes, cuando la
Junta cortaba el bacalao en esto de las cajas de ahorro y se nos llenaba
la boca con eso de la octava caja y, con suerte podrá pasarse un
peine de los baratos ahora, en la época en las cajas manda más el
Gobierno de España. Eso sí: la Junta tiene ahora una gran oportunidad
de estrechar lazos con Murcia, Granada, El Penedés y Baleares. Se nos
van los dineros, pero ya nos darán la competencia sobre el Duero que
pide otra vicepresidenta, la primera, María Jesús Ruiz (¿o no nos dieron
las de Justicia e Interior para tener policía, eh?) Lo raro es que no
se nos lleve el aire de puro flacos que nos estamos quedando los que no
nos podemos ir a Murcia, Granada o Baleares a ver el mar. Y no volver.
Goyo San Llorente
Heraldo de Soria