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Campaña por un Impuesto a las Transacciones Financieras y la supresión de los paraísos fiscales
CCOO, UGT, ATTAC, Izquierda Unida, Plataforma 2015 y más, Ecologistas en Acción, Cristianos de ase, ADICAE, USO, Confederación Intersindical, IA, Socialismo 21 y Alianza contra la Pobreza, instan al Gobierno español a impulsar, junto a otros gobiernos europeos, la aprobación y puesta en marcha inmediata de un Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF) en la Unión Europea y la supresión de los paraísos fiscales.
Manifiesto por un Impuesto a las Transacciones Financieras y la supresión de los paraísos fiscales
Las
organizaciones de la sociedad civil abajo firmantes instamos al
Gobierno español a impulsar, junto a otros gobiernos europeos, la
aprobación y puesta en marcha inmediata de un Impuesto a las
Transacciones Financieras (ITF) en la Unión Europea.
Debido a la
fuerte presión social de estas organizaciones y otras 200 redes de 23
países, la implantación mundial del ITF fue incluida en la agenda de la
reunión del G20 en Seúl. Lamentablemente, la propuesta no fue ni tan
siquiera tomada en consideración en la cumbre, por lo que es más
necesario que nunca incrementar las acciones tendentes a conseguir su
implantación efectiva.
El impuesto que se propone gravaría
fiscalmente a un sistema financiero que favorece la especulación a gran
escala sobre las divisas y otros activos de la economía no productiva,
pero también sobre los recursos energéticos y otras materias primas, y
lo que es más grave si cabe, sobre los alimentos básicos y el agua
potable. Se trata de una especulación desenfrenada protagonizada por
enormes fondos financieros que se mueven libremente por todo el planeta y
que, irremisiblemente, provocan grandes burbujas que acaban explotando y
arrastrando a las sociedades a crisis sucesivas de la economía real.
La profunda crisis global en la que ahora nos encontramos, ha llevado al
paro a 32 millones de trabajadores, en mayor medida en los países
ricos, está extendiendo el hambre y la pobreza en el mundo,
principalmente en los países del Sur, y en unos y otros países ha
incrementado los déficits fiscales, recortados los gastos sociales y
aumentado la desigualdad. Lo que resulta más inadmisible socialmente es
que se trata de una crisis que tiene culpables claros que, de momento,
siguen impunes: son las personas e instituciones que controlan los
mercados financieros, apoyadas por unos gobiernos que, sin cuestionar en
ningún momento la actual hegemonía de las finanzas sobre la economía
productiva, han permitido a éstas alcanzar un poder desmesurado no
sujeto a control ni regulación, y que es el causante del retroceso en
los avances sociales logrados a lo largo del siglo XX. Son gobiernos
que, como los de la Unión Europea, para tratar de salir de la crisis no
han dudado en aplicar a la ciudadanía de sus países dolorosos planes de
ajuste basados en el recorte de los gastos sociales, la perdida de
derechos en el Estado de bienestar, atrasos en la edad de jubilación,
contrarreformas laborales y reducciones salariales, planes que dan
prioridad a la lucha contra el déficit fiscal pero renuncian a
incrementar sus ingresos presupuestarios gravando a la banca, a las
megaempresas y a las grandes fortunas.
Ante este escenario
insostenible, social, económica y ambientalmente, los firmantes de este
Manifiesto exigimos la implantación inmediata de un Impuesto a las
Transacciones Financieras (ITF, o FTT en su acepción inglesa). Desde
Keynes hasta Stiglitz, pasando por James Tobin, numerosos economistas
han advertido que la falta de regulación de los mercados financieros
lleva a la economía hacia la deriva especulativa estrangulando la
economía productiva, que es la que genera bienes y servicios para
satisfacer las necesidades sociales a la vez que crea empleo. Para hacer
frente a esta situación, tanto los movimientos sociales como otras
organizaciones de la sociedad civil vienen reclamando desde hace más de
10 años el establecimiento un impuesto global que regule estos mercados,
y sirva a la vez para obtener recursos financieros que, penalizando
fiscalmente las transacciones especulativas, impulsen el desarrollo de
los países del Sur, , ayuden a la financiación de la lucha contra el
cambio climático y permitan establecer, mantener o fortalecer los
sistemas de protección social en todos los países. Este impuesto,
conocido popularmente como Tasa Tobin, tendría además un efecto
estabilizador sobre los precios de los activos financieros, favoreciendo
el crecimiento económico y el empleo.
El ITF tiene una
viabilidad técnica fuera de toda duda, como reconoce el estudio del FMI
encomendado por el G20 durante la cumbre de Pittsburgh y presentado en
Ottawa. Diferentes Presidentes de Gobierno de la UE ya se han
manifestado por su implantación, como es el caso de Merkel, Sarkozy y el
propio Rodríguez Zapatero en la reciente cumbre de la ONU sobre los
Objetivos del Milenio. Pero a estos gobernantes hay que exigirles no
solo la aplicación inmediata del impuesto, sino también la fijación de
unos tipos impositivos que disuadan a los especuladores de seguir
apostando en el casino financiero. No resultarían adecuados por ello
unos tipos muy bajos, orientados básicamente hacia la recaudación
fiscal, o planteados con la inocente idea de que su inocuidad no va a
molestar a los mercados financieros, por lo que los acabarían aceptando.
Mientras no se les fuerce, las finanzas rechazarán cualquier impuesto,
por bajo que sea, pero es que además, y ésta es una de las cuestiones
más importantes, lo que se persigue con el ITF es justamente entorpecer
el funcionamiento de los mercados especulativos y favorecer la economía
productiva.
Aunque el alcance del impuesto ha de ser global, se
resalta la oportunidad de comenzar su aplicación en primer lugar en la
UE o, por lo menos, en la zona euro, por ser un importante espacio
económico desde donde se podría después generalizar a todo el planeta.
Su implantación es urgente porque favorece una salida de la crisis que
antepone el interés de las personas al de las finanzas, al defender el
empleo de los europeos y europeas del ataque de los especuladores, y
reforzar el sistema democrático frente a la ofensiva de los mercados
financieros. Porque establecer un impuesto a las transacciones
financieras especulativas es un instrumento que puede contribuir a hacer
recaer los costes de la crisis en sus verdaderos culpables y servir al
mismo tiempo para financiar otros objetivos de interés planetario,
tales como el suministro de bienes públicos globales, la lucha contra
la pobreza y sus causas, frenar el cambio climático y cumplir con el
resto de los Objetivos del Milenio en España, en Europa y en el mundo.
De
forma paralela a la implantación del ITF, los firmantes de este
Manifiesto exigimos a los gobiernos de la UE la adopción y promoción de
medidas legales y administrativas concretas y eficaces para favorecer la
transparencia y combatir la evasión, el fraude fiscal y lavado de
dinero de todo tipo de delitos realizados a través de los paraísos
fiscales o centros financieros para no residentes. La erradicación de
los paraísos fiscales es perfectamente posible y es una exigencia
política y moral que alcanza el más amplio consenso social.
**********
¿Qué es el Impuesto a las transacciones financieras (ITF)? Se trata de un impuesto. Es el nombre actual para denominar a la Tasa
Tobin propuesta por Attac desde su fundación; ambos tienen el mismo
contenido. Reivindica el papel de los impuestos en la búsqueda de la
justicia económica, tanto en su función redistributiva como reguladora
de la actividad económica.
Se aplica a las transacciones. Esto quiere decir que grava a las operaciones de compra y venta.
Se
dirige exclusivamente a las transacciones financieras, nacionales y
extranjeras; aquellas que suponen la compra-venta de activos
financieros. Debe ser global porque los movimientos de capitales son
globales.
¿Qué no es el Impuesto a las transacciones financieras (ITF)? No es un impuesto a las inversiones financieras; no grava por tanto al patrimonio invertido en activos financieros.
No es un impuesto a los beneficios financieros; no grava los rendimientos del capital financiero.
No es una tasa cobrada a los bancos; se trata de un impuesto a los instrumentos financieros, no a las instituciones financieras.
¿Qué transacciones quedan fuera del Impuesto a las transacciones financieras (ITF)? Se trata de un tema a discutir; en todo caso hay propuestas argumentadas como:
El
ITF no incluye las transacciones financieras en las que participen
familias y empresas; se limita a las transacciones entre instituciones
financieras.
Se excluyen las operaciones de contado, para no distorsionar la economía real.
Se
excluyen los préstamos interbancarios que dotan de liquidez al sistema
en su conjunto y que suponen enormes movimientos de dinero por razones
coyunturales de desequilibrios bancarios.
Se excluyen las
operaciones entre bancos centrales que se llevan a cabo en función de
las respectivas políticas monetarias de los diferentes países.
¿Por qué es imprescindible un Impuesto a las transacciones financieras (ITF)? La globalización financiera sin control ha supuesto el estallido de una
crisis financiera de gravísimas consecuencias para la población
mundial. El incontrolado movimiento de capitales a nivel mundial ha
permitido el crecimiento exponencial del volumen de transacciones
financieras a corto plazo, que han favorecido la especulación
financiera, provocando una gran inestabilidad en un sector clave para la
economía. La desregulación de las finanzas ha posibilitado la creación
de instrumentos financieros sólo útiles para la especulación y no para
favorecer la actividad productiva. Las transacciones financieras eran 15
veces el valor del PIB mundial en 1990 y de 70 veces en 2007. Menos del
10% del movimiento de divisas es para cerrar acuerdos comerciales o
para canalizar transferencias de capitales destinadas a las inversiones
productivas.
La globalización financiera descontrolada y la
crisis que ha provocado han agravado las enormes desigualdades en todo
el mundo. El ITF es una manera más, y muy importante, de recaudar
ingresos aportados por las finanzas, reequilibrando la actual presión
fiscal que pesa de manera creciente sobre los trabajadores y
consumidores.
¿Cuáles son los objetivos del Impuesto a las Transacciones financieras(ITF)? Reducir las transacciones a corto plazo, castigando con dureza las
transacciones financieras más frecuentes y reiteradas, cuya estrategia
es puramente especulativa.
Ralentizar la velocidad de las
transacciones financieras, alineándolas en mayor medida con la economía
productiva, para que las finanzas estén al servicio de las necesidades
humanas y no al revés.
Reducir la desestabilización causada por
la especulación sobre los activos financieros (acciones, bonos,
derivados, etc). Rebajando la volatilidad de los precios se contribuye a
estabilizar la economía.
Recaudar fondos públicos, gravando
operaciones realizadas por el sector financiero que no contribuye como
les correspondería en términos de tributación.
¿Qué tipo impositivo se aplicaría? ¿Por qué? Se aplicaría un tipo impositivo muy pequeño (por ej: 0,3%) a
las transacciones financieras, que sería pagado mitad por el comprador y
mitad por el vendedor (cada uno pagaría por ej: el 0,015%). Si se
aplicara un tipo del 0,05% a nivel mundial significaría más del 1,2% del
PIB mundial (más de 400.000 millones de euros).
Aunque parezca
increíble, un tipo tan bajo tendría un efecto demoledor sobre la
especulación, que se caracteriza por realizar muchas operaciones en un
cortísimo período de tiempo; cada vez que lo hicieran deberían pagar el
impuesto (quien realice 100 operaciones en poco tiempo pagaría el 1,5%;
la mitad del 3%)
Este tipo impositivo podría estar sujeto a
revisión trianual y podría, también, subir excepcionalmente para
neutralizar ataques especulativos a monedas.
La introducción del
ITF no generará prácticamente ningún coste administrativo, técnico o
económico gracias a la informatización de las transacciones financieras.
¿Quién recauda el Impuesto? Las transacciones financieras que serían sometidas al impuesto se
realizan a través de pocos carriles: con sólo introducir el impuesto en
Alemania y Reino Unido se alcanzaría a más del 90% de todas las
operaciones europeas.
Las transacciones en mercados derivados constituyen casi el 50% de las transacciones financieras en Europa.
En
2007 el sector financiero de EEUU acumulaba el 40% del total de
beneficios empresariales mientras que su proporción respecto al PIB
apenas alcanzaba el 7%.
El carácter oligopólico que tiene el sector financiero en algunos países facilita la identificación de las operaciones.
El
dinero se recaudaría en las Bolsas de Valores, en las instituciones
financieras y a través de las Cámaras de Compensación, totalmente
privadas en la actualidad. Esto requiere la creación de una institución
global que se encargue de recibir las cantidades recaudadas y gestionar
su uso con transparencia y rendición de cuentas.
Debe ser
obligatoria la certificación de todas las operaciones realizadas "fuera
de contabilidad" (over-the-counter) para evitar la evasión en el pago
del impuesto.
¿Qué hacer con el dinero recaudado? Este es un asunto que debe ser debatido públicamente para identificar
las prioridades que determine la ciudadanía en todo el mundo.
Posibilidades a debatir:
1. al
principio debería usarse el dinero para restituir las ayudas que se
otorgaron al sector financiero para paliar la crisis (un 15% del PIB en
la UE)
2. Gran Bretaña y Alemania podrían tener una parte fija,
porque las ¿ partes de las transacciones se hacen en Londres y Frankfurt
. Una parte podría ir al país donde se realiza el intercambio, otra
parte podría ir a los países donde se originó la transacción.
3. una
parte creciente debería ir a instituciones supranacionales como la ONU
para proyectos supranacionales como el cuidado del medio ambiente y la
erradicación de la pobreza (en este sentido, el ITF engloba la Tasa
Robin Hood)
4. Es necesario que los ingresos generados se administren de manera responsable y con rendición de cuentas.
¿Se puede evadir el impuesto a las transacciones financieras (ITF)? El ITF debe implantarse, y mucho mejor si no es aisladamente.
La
autorregulación ineficiente de los llamados "mercados financieros" debe
ser sustituida por una supervisión y regulación de las instituciones
financieras y los instrumentos financieros, causantes de la crisis.
La
regulación y los impuestos como el ITF son complementarios; no
alternativos. Y ambos son complementarios con la supresión de los
paraísos fiscales. Entre tanto, los agentes financieros localizados en
paraísos fiscales que no aplicasen la ITF deben ver denegado el acceso
para operar en los países con ITF.
Para atenuar la huida de
fondos de áreas con ITF a otras sin él hay que introducir un impuesto
sustitutorio del ITF, tipo arancel, que encarezca cualquier
transferencia de fondos a un país no ITF. Esto permitiría una aplicación
progresiva del ITF basándose en la experiencia de los "países
precursores".
Los Bancos Centrales deben crear mecanismos de coordinación global para supervisar los movimientos de capitales.
En
todo caso, el hecho de que un impuesto se pueda evadir no es argumento
par no implantarlo ¿existe algún impuesto que no tenga evasión? Lo que
hace falta es reforzar los mecanismos de inspección tributaria.
¿Quiénes se oponen? ¿Quiénes están a favor?
Se
oponen: A) los gobiernos de los países que concentran la gran parte de
las transacciones financieras: el gobierno de los EEUU, defendiendo los
intereses de Wall Street; y el gobierno del Reino Unido, defendiendo los
intereses de la City londinense ( el 15% de su PIB pertenece al sector
financiero); B) los Ministros de Economía en general, defendiendo los
intereses estratégicos del capital. C) algunos Estados como Suecia ( por
experiencias internas negativas) y ex países del Este europeo que
favorecen políticas liberales. D) grupos mediáticos como The Economist,
New York Times y Financial Times.
La apoyan grupos de la sociedad
civil de todo el mundo, organizaciones sindicales de todo el mundo,
diversos partidos de izquierda y algunos Parlamentos europeos..
Se han comprometido a estudiarlo el Parlamento Europeo y el G-20, que ha pedido un informe al FMI aún pendiente de publicar.
Han hecho declaraciones oportunistas Sarkosy, Merckel, Rodríguez Zapatero , Lord Turner etc.