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No perder el norte
Las ocurrencias de determinados personajes enrarecen el clima laboral
De un tiempo a esta parte, y con particular virulencia, no sabemos si por el calor, estos días, que son trascendentales para el futuro de una Entidad que tiene que dar de comer a las familias de 21000 trabajadores y trabajadoras, venimos asistiendo con estupefacción al desvelamiento de lo peor de algunos oscuros personajes que, transmutados en déspotas de ópera bufa, sacan pecho, mientras los demás trabajamos, confundiendo la dirección de equipos con arrear como mulas a una plantilla que no se lo merece y cuya profesionalidad, a diferencia de la de dichos personajes, está fuera de toda discusión.
Personajes de los que no sabemos si asusta más la desvergüenza con la que hacen obscena gala de su sensación de impunidad, de su falta de escrúpulos y de su desprecio de las leyes; o su falta de actitudes, de aptitudes y de temple para gobernar eficazmente la parte que les toca de una tarea difícil en un momento de particular complejidad. Personajes de un pasado que creíamos felizmente olvidado.Personajes que en diferentes zonas geográficas, sin empacho alguno, se han atrevido a amenazar al personal adscrito a la misma con perder el puesto de trabajo si no retrasan sus vacaciones, o si no vuelven de ellas inmediatamente, con actitudes cobardes que se ceban en los compañeros, como si no pertenecieran a Bankia o fueran empleados y empleadas de segunda clase.
Personajes que, como en la Dirección de Zona de Tenerife o en la Dirección de Negocio de Baleares, y en algunas más, exigen por escrito, sin rubor de ningún tipo, dar cuenta varias veces al día, e incluso fuera horario legal del trabajo "hasta las diez de la noche", de las órdenes de compra comprometidas, añadiendo burocracia innecesaria (puesto que existen medios informáticos suficientes para conocer con precisión cómo va la colocación en cada momento), al trabajo de una plantilla que es la primera interesada en el éxito de la colocación, y que está acostumbrada a trabajar bajo presión y, a menudo, sin todos los recursos que sería de desear ni el reconocimiento que se le debe.
Extraños personajes, que se permiten denostar en público, con inaudito desparpajo, a la Representación Legal de los trabajadores y las trabajadoras y, por tanto, a quienes la han elegido y forman parte de sus equipos de trabajo.Personajes a los que parece necesario recordar aquí que las leyes, todas las leyes (también las laborales), están para cumplirlas, y que el acoso laboral está tipificado como delito penal. Y cabe recordar aquí, también, que quien conociendo mire para otro lado, se hará corresponsable de un enrarecimiento del clima laboral que es lo último que quieren los trabajadores y trabajadoras, lo último que queremos CC.OO. y lo único que no necesita Bankia. Las actitudes de estos personajes, sus modos, los palos en las ruedas de quienes venimos haciendo los deberes desde siempre, no pueden tener cabida en Bankia, no forman parte de la Bankia que queremos. Y no vamos a consentirlos.
Y menos cuando, como los responsables de Bankia afirman, al trasladarles nuestra indignación, que en ningún caso se han cursado instrucciones del tipo de las que denunciamos, y que son iniciativa exclusiva de este tipo de personajes y que sobran en el proyecto de Bankia.Pero el tiempo de la paciencia se ha agotado. Y toca tomar medidas. Quien se haya visto obligado a modificar las vacaciones con una semana de antelación, si alguien ha perdido dinero por tener que anularlas, si alguien ha sido amenazado con represalias por no hacerlo o por cualquier otra cosa, que lo ponga en conocimiento de este Sindicato.Denunciaremos estos comportamientos donde corresponda. No vamos a permitir que estas actitudes sean moneda corriente del funcionamiento de Bankia